Luis Ángel Ríos Cala fue arrestado este lunes tras comentar en un entierro que la falta de justicia es la causa de tantos asesinatos en Aguacate, una pequeña localidad del municipio de Palma Soriano, en Santiago de Cuba. En menos de un año, esta comunidad ha sido escenario de tres muertes violentas.
El reciente asesinato de Arianni Céspedes, una joven madre de tres hijos, ha dejado a Aguacate sumido en la consternación. Arianni fue apuñalada por su ex pareja en el barrio Alejo, delante de dos niños pequeños que estaban recogiendo almendras en las cercanías. Según fuentes cercanas a la familia, el asesino confesó el crimen a unos vecinos antes de entregarse.
Un ambiente de miedo y desolación
El ambiente en Aguacate está cargado de dolor y miedo. Las familias afectadas por estos crímenes siguen esperando justicia, mientras el asesino de Arianni y otros criminales conocidos, como Jorge Luis Heredia Cala y su cómplice "El Hombre", continúan libres. La indignación por la falta de acción de la Policía Nacional se manifestó en el entierro de Arianni, donde un primo de Jorge Luis expresó en voz alta su frustración.
Este lunes, la policía detuvo a Luis Ángel Ríos Cala por su comentario en el entierro, mientras que los verdaderos perpetradores siguen en libertad. En la actualidad, Luis Ángel permanece detenido en la Unidad La Territorial de Palma Soriano.
El asesinato de Jorge Luis Heredia Cala ocurrió en marzo de este año. Fue brutalmente golpeado con una piedra en la cabeza tras haber descubierto un sembrado de marihuana en el monte. A pesar de la gravedad del crimen, la Fiscalía dejó en libertad al asesino confeso, quien alegó que todo fue un accidente mientras intentaba asustar a una lechuza.
Crímenes que estremecen a la comunidad
El caso más impactante fue el de Dorka Velázquez, una niña de 15 años que fue asesinada en noviembre de 2023 durante un intento de violación. Su muerte conmocionó al pueblo, especialmente porque el violador tardó en ser capturado. Cuando finalmente fue detenido, los vecinos tomaron la justicia por su mano y le dieron una paliza.
La familia de Dorka, conocida por ser cristiana y reservada, no denunció el caso oficialmente, aunque la noticia se difundió a través de Facebook. Un vecino relata que el asesino, de Media Luna (Bayamo), llegó a observar el funeral de Dorka desde un escondite.
Estos crímenes y la aparente impunidad de los perpetradores han dejado a Aguacate en un estado de profunda tristeza y desconfianza hacia las autoridades. La comunidad sigue esperando justicia mientras vive en un clima de miedo e incertidumbre.