El escritor y periodista cubano Jorge Fernández Era ha decidido abandonar la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en respuesta a la expulsión de la profesora y académica Alina Bárbara López Hernández debido a su postura crítica hacia el régimen.
Fernández Era compartió una carta en su perfil de Facebook, dirigida a la presidencia de la institución, que describe como una "fuerza paramilitar al servicio de la dictadura". Según él, la expulsión de López Hernández es un acto que busca silenciar a una de las intelectuales más honestas y preclaras de Cuba. "Su expulsión se suma a capítulos tan repugnantes como las UMAP, la Parametración, la Primavera Negra, el manotazo del ministro... todo siguiendo la máxima excluyente 'Con la Revolución todo, contra la Revolución nada'", detalló.
Críticas contundentes a la UNEAC y al régimen
En su carta, Fernández Era acusó a la UNEAC de ser servil al gobierno, el cual teme al debate y a la polémica, etiquetando de "contrarrevolución" todo lo que contradice sus mentiras. "La 'Revolución' que ustedes honran con semejante sanción es la misma que defienden el Partido que nos malgobierna y los esbirros que pretenden acallar voces incómodas como las de Alina. Ellos violan con descarada impunidad derechos que nos otorga la Constitución...", agregó.
El también humorista subrayó que la expulsión de su amiga le causó indignación pero no sorpresa, pues en los últimos años la entidad no se preocupó por el acoso que ambos sufrieron por parte de la Seguridad del Estado y la Policía. Ambos han sido detenidos y amenazados en múltiples ocasiones, mientras la UNEAC se lavaba las manos ante sus reclamaciones. "Solicito mi renuncia como miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Las razones están claras", subrayó.
La semana pasada, la UNEAC expulsó de sus filas a Alina Bárbara López Hernández, acusándola de realizar "actividades contra la revolución", mostrar solidaridad con las protestas del 11J y publicar contenido en Internet contra dirigentes políticos. La medida fue comunicada por la directiva provincial de la UNEAC en Matanzas, que le impidió a López Hernández acceder a una copia del documento oficial que justificaba la sanción, lo que ella consideró una "cobardía". Tampoco tuvo posibilidad de apelar.
"Jamás intentaría apelar una decisión que parece dictada más por agentes de Seguridad del Estado que por escritores y artistas", señaló ella. Alina, quien ha sido arrestada y golpeada por ejercer su derecho ciudadano a la protesta pacífica, recalcó que a pesar de la destitución, continuará ejerciendo su derecho a la libertad de expresión en Cuba y mantendrá su postura crítica desde fuera de la organización.