“Vamos a ordenarnos todos”, es el nuevo pedido del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel que vuelve sobre los mismos problemas que enfrenta el país y que el mandatario cree que con frases hechas y discursos sin planteamientos, el bien llamado “arte de magia”, se van a solucionar.
El también Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista (PCC), y que ahora anda de recorrido por el país, presidiendo Plenos Extraordinarios de la organización política, exigió a los militantes espirituanos “ordenarnos todos para llegar al fin de año con otros resultados”.
Un pedido que camina con el tiempo encima, solo tres meses para acabar el 2024, y que deja al descubierto la incapacidad del régimen para encontrar soluciones a los problemas del país, más cuando en los nueve meses anteriores no han definido una fórmula precisa para hacer lo que plantea en lo que queda de año.
Sin embargo, esta no es la primera vez que el mandatario recurre a frases sin sentido para justificar la ineficacia de la gestión gubernamental. Ahora es “vamos a ordenarnos todos”, pero en 2023 fue un “reordenamiento al ordenamiento”.
Un país en crisis profunda
Con el país sumido en una crisis sin precedentes, incapaz de producir desde caña de azúcar hasta alimentos, con la inflación descontrolada, los salarios de adorno y la política económica más absurda e improvisada de la historia de la llamada “revolución”, el gobernante compareció televisivamente ante los cubanos para prometerles que iba a rectificar el “ordenamiento económico y monetario”, la “bancarización”, y cuanta mala decisión hayan cometido en los últimos tiempos.
Según los medios oficialistas, Díaz-Canel “se refirió a los errores que se cometieron durante la tarea ordenamiento y afirmó que tienen toda la intención de rectificar todas las desviaciones existentes en el menor tiempo posible”.
Pero esa no fue la única “novedad” de Díaz-Canel en este proceso que ni ellos mismos parecen entender. Antes, en 2021, su propuesta era la de “ordenar el ordenamiento”, a pocos días del inicio de aquella cuestionada medida, con la unificación monetaria.
"Tenemos que ordenar el ordenamiento. En los primeros días del ordenamiento se nos han manifestado un grupo de incomprensiones, hemos tenido errores en la implementación por parte de un grupo de instituciones, cosas que estaban normadas y reglamentadas no se aplicaron como estaban y eso nos ha creado una percepción en la población no favorable al ordenamiento cuando el ordenamiento es una tarea necesaria, imprescindible para potenciar la economía y también para mejorar la situación de toda la población", sostuvo Díaz-Canel en aquella oportunidad.
Sin embargo, los vaticinios de expertos y conocedores del tema no cayeron en saco roto. Tres años después, la isla vive una de sus peores crisis económicas, sin que existan soluciones visibles a corto plazo. En tanto, el gobernante continúa justificando su andanada de malas decisiones con palabras que navegan sobre las mismas aguas, incapaces de ver soluciones prácticas en otros mares que no sean los mismos donde ya han tocado fondo.