Ana Karelia Borrego Machado, una médico cubana que pidió asilo político en Estados Unidos recientemente, narró las razones que convirtieron su vida en Cuba en un tormento, al punto que decidió abandonar el país y dejar a dos de sus hijos allí hasta poder reunirse algún día con ellos.
En una entrevista con Telemundo 51, Borrego explicó que fue víctima de acoso sistemático por parte del régimen cubano, que la catalogó como disidente y desafecta. "Salí de Cuba porque mi vida era un infierno, yo era brutalmente perseguida", dijo.
Persecución y acoso por parte del régimen
El régimen cubano la identificó como "una disidente". La acusaron de participar en comisiones de derechos humanos, y desencadenaron contra ella una serie de represalias que incluyeron la persecución constante y el acoso por parte de la Seguridad del Estado.
Esta situación la llevó a buscar apoyo en la prensa independiente, lo que intensificó aún más la represión, al punto de perder su trabajo y quedarse sin modo de dar sustento a su familia.
En mayo de 2023, Borrego y uno de sus tres hijos, salieron de Cuba hacia República Dominicana, donde asegura que también se sintió vigilada. "Me pedían la hora y me tiraban una foto en la cara", reveló.
Una peligrosa travesía hacia la libertad
Esta sensación de inseguridad la llevó a la decisión de iniciar, en julio de 2024, una peligrosa travesía hacia Estados Unidos junto a su hijo mayor.
Después de 21 días de viaje llegaron a la frontera de Estados Unidos con México. Fueron detenidos por las autoridades el 9 de agosto. Unos días más tarde Borrego salió libre, con un grillete electrónico y un documento de I-220A, pero su hijo fue devuelto a México.
Esto le causa gran preocupación por la violencia en ese país y porque según las nuevas regulaciones migratorias su hijo podría quedar sin derecho a volver a Estados Unidos por el intento de entrada ilegal sin usar la cita de CBP One como establece la ley.
Borrego y su hijo no pueden regresar a Cuba. Temen ser arrestados o perseguidos por el régimen. La médico cubana espera su audiencia judicial en Estados Unidos y confía en poder reunirse con su familia y encontrar una vida en libertad.