Una madre cubana ha lanzado una desesperada petición al gobierno, reclamando una silla de ruedas para su hijo de cinco años, quien desea asistir a la escuela en condiciones dignas. El pequeño sufre una discapacidad física que le impide caminar y mantenerse en pie, y este septiembre comenzó su primer año de educación primaria sin el equipamiento necesario para desplazarse.
Identificada en Facebook como ‘La Yessy Yessy’, la madre denunció el abandono por parte del Estado cubano y exigió a los servicios sociales que tomen cartas en el asunto. “Mi hijo tiene 5 años, empezó la escuela, es impedido, tiene los piecitos rígidos, tiene la columna desviada, se arrastra por el piso para poder jugar, o se agarra de la pared para poder bañarse. Hoy fue su primer día de ir a su escuela y ¿pueden creer que el Estado cubano no se ha dignado a darle una silla de ruedas a mi hijo, y yo tengo que comprarle una?”, expresó en su publicación.
Un grito de ayuda que no puede ser ignorado
La madre describió los síntomas que padece su hijo, sin mencionar un diagnóstico médico específico. Entre las posibles enfermedades se encuentran la parálisis cerebral, distrofia muscular, espina bífida o atrofia muscular espinal. Más allá del diagnóstico, la realidad es que el pequeño “vive con complejos porque no puede jugar con los otros niños, ni sentarse cerca de ellos porque no puede sentarse en sillas normales, porque se cae”, explicó su madre.
“¿Cómo puede ser que el Estado venda las sillas de ruedas, en vez de dárselas a esos niños que no caminan? Ellos no tienen culpa de nada. Entiendan lo infelices que son. A mí no me pesa comprársela, porque es para que él pueda ir a su escuela y pueda sentirse cómodo, [pero] me da rabia todo el descaro que tiene el país este, y más con los niños”, añadió.
Una publicación del sitio La Tijera, dedicado al periodismo ciudadano, identificó a la madre como Yessika Beletre Ramírez, una joven madre soltera de 22 años, que vive en precarias condiciones con otros dos hijos. La familia reside en la barriada El Diezmero, en el habanero municipio de San Miguel del Padrón, y, según el mencionado sitio, el pequeño se llama Raimel Alejandro Estrada Beletre.
“Si desean ayudar a su pequeño a obtener esa silla de ruedas que tanto le urge, pueden contactar a su madre al número 50585358”, indicó La Tijera.
Más allá de la propaganda del régimen cubano
En abril de 2019, el gobernante Miguel Díaz-Canel y el general retirado Raúl Castro Ruz inauguraron en Santiago de Cuba la escuela para niños con discapacidades físico-motoras Amistad Cuba-Vietnam. Según Cubadebate, la entonces ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez, "resaltó el alcance de este viejo anhelo de Fidel en medio de agudas restricciones económicas y el recrudecimiento del bloqueo y la hostilidad del gobierno de Estados Unidos, además de los altos costos de la enseñanza especial".
En la capital, se encuentra la escuela Solidaridad con Panamá que, según Tribuna de La Habana, cuenta "con aulas para la docencia, talleres de preparación laboral, servicio de logopedia, psicopedagogía, psicología y rehabilitación". Además, "entre los propósitos de las instituciones figuran la rehabilitación física-motriz y psicológica en relación con el diagnóstico de cada educando y los objetivos del nivel educativo que corresponda para garantizar continuidad de estudios".
Más allá de la propaganda del régimen cubano, lo cierto es que las personas con discapacidad de origen físico en Cuba sufren una dolorosa situación de abandono que les obliga a acudir a las redes sociales en busca de ayuda para paliar sus necesidades.
En días recientes se conoció la noticia de que el reconocido actor cubano Jorge Losada, quien en los últimos tiempos ha presentado diversos problemas de salud, necesitaba una silla de ruedas para trasladarse, pero no podía costeársela. Luis Lacosta, director de arte en el ICAIC que lo ha ayudado otras veces, reveló en su perfil de Facebook que Losada necesitaba salir a la calle y ese es el único modo de poder hacerlo. "No tenemos dinero para comprar", dijo.
En abril se conocía el caso de una cubana con una rara discapacidad que no le permitía ni siquiera mantenerse erguida y se desplazaba en posición cuadrúpeda, apoyándose en las cuatro extremidades a la vez. A pesar de su rara discapacidad, el Estado cubano no fue capaz de darle una silla de ruedas. Tuvo que ser el humorista cubano Limay Blanco, líder del Ministerio "Cristo Cambia Vidas", quien le donara dos sillas de rueda a Raquel, de 62 años y vecina de La Coloma, en Pinar del Río.