La comunidad cubana de protectores de animales ha emitido un llamado urgente para ayudar a Hilda, una incansable protectora de gatos en Alamar, La Habana, que atraviesa una situación de extrema precariedad.
Según la publicación hecha por Verónica Vega en Facebook, Hilda se encuentra enferma y carece de comida para sus más de 50 gatos. Además, ha sido víctima de varios robos debido a su condición de debilidad visual, lo que agrava su situación actual. Vega explicó que la protectora no tiene acceso a un teléfono móvil, ya que le fue robado, lo que dificulta aún más la comunicación con ella.
A pesar de sus problemas de salud, Hilda sigue dedicando su vida a cuidar a los animales abandonados. Elizabeth Marela Cardoso Pérez, otra defensora de los animales, destacó en el grupo de Facebook “Somos tu Voz” que, aunque Hilda no esté presente en las redes sociales ni pida ayuda públicamente, su trabajo es titánico. Mantiene un refugio en su hogar, donde alberga gatos de todos los tamaños y estados de salud, sin desampararlos en ningún momento.
“Con serios problemas de salud jamás deja un animalito desamparado, su sacrificio y entrega es permanente”, destacó Cardoso Pérez. Las páginas animalistas están llenas de solicitudes de ayuda, pero, como señalan quienes conocen a Hilda, su caso es especialmente urgente y justo. Cualquier tipo de contribución, ya sea en alimentos o recursos monetarios, es bienvenida. “Necesita cualquier ayuda que se le pueda dar, aunque no lo exprese públicamente, agradece mucho todo tipo de contribución”, recalcó.
Los protectores han proporcionado dos números de cuenta bancaria para las personas que deseen ayudar a Hilda con donaciones: CUP 9206 9598 7703 7093 y USD 9225 9598 7517 5272.
Otros casos de protectores de animales en Cuba
Otra protectora que también ha ayudado a los animales es Odalis León, quien recientemente pidió apoyo en Facebook para continuar con su labor en la protección de mascotas. “Si deseas colaborar para seguir transformando la vida de animales callejeros, puedes ponerte en contacto al 58081476”, subrayó la activista, quien compartió la historia de Campi, un perro que llegó en muy malas condiciones al refugio “Sole de Esperanza”, y hoy exhibe un cambio positivo radical.
En julio último, una activista solicitó ayuda para un refugio en la ciudad de Cárdenas, Matanzas, que alberga a 80 perros y gatos, muchos de ellos con discapacidades motoras y de otro tipo. Este lugar representa la última esperanza para estas mascotas, que no sobrevivirían en las calles y rara vez son adoptadas. Similar situación presentó otro refugio en La Habana, atendido por una pareja de personas mayores, al no contar con recursos para alimentar a los perros que protegían.
En agosto, un defensor de los animales pidió apoyo a quienes desearan colaborar para reunir 800 dólares, con el objetivo de comprar una casa en el campo y establecer un refugio para perros en Güines, un municipio de la provincia de Mayabeque, Cuba.