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Joven con problemas mentales deambula sin rumbo por Cienfuegos, ¡vecinos preocupados!

jueves, 5 de septiembre de 2024 por Mario Jiménez

Joven con problemas mentales deambula sin rumbo por Cienfuegos, ¡vecinos preocupados!
Brayan - Imagen de © Facebook/Betty Linny en Revolico-Cienfuegos

Una alerta en redes sociales intenta encontrar ayuda para un joven con discapacidad mental que, presumiblemente, escapó de su casa y deambula por las calles de la ciudad de Cienfuegos.

El joven ha sido identificado como Brayan, residente en Silverita, en el poblado de Ariza, municipio Rodas, y aparenta tener unos 18 o 19 años. Su situación ha generado mucha preocupación entre personas que lo conocen, como excompañeros de estudios y exprofesores, y otras que han entrado en contacto con él en la calle.

La voz de alerta en Facebook

A través de una publicación en el grupo Revolico-Cienfuegos, en Facebook, una joven nombrada Betty Linny lanzó este miércoles la voz de alerta sobre el caso, preocupada por las condiciones en que se encuentra el muchacho y esperanzada en hallar una forma de ayudarlo.

“Con el permiso del grupo y familiares de este muchacho, lo estoy viendo desde por la mañana deambulando, fue a mi trabajo varias veces y hoy en la tarde lo volví a ver en mi barrio, Ave. 50 entre 45 y 43, tirado en la calle. No sé su estado, si tiene algún problema, pero me preocupa, y decidí ayudar de esta manera. Por favor, compartan para dar con sus familiares”, escribió.

Según los comentarios en el post, Brayan vaga por distintas zonas de la ciudad, pidiendo comida y dinero, y duerme a la intemperie.

Una realidad que no se puede esconder

Parientes y personas cercanas a su entorno indicaron que el joven está enfermo de los nervios o sufre una discapacidad intelectual, y suele irse de su casa, en Ariza, donde vive con su mamá, nombrada Lucía, y otros familiares.

Algunos aseguraron haber informado a la madre sobre el paradero de Brayan, mientras que otros instaron a reportar el caso a la Policía u otras autoridades para que lo lleven a su casa o busquen una solución que lo saque de las calles.

En los últimos años, es significativo el incremento en Cuba de personas desamparadas, que viven en las calles, sin que las instituciones del gobierno resuelvan este grave problema. Muchos de ellos subsisten gracias a la ayuda caritativa de otros ciudadanos que les proporcionan comida, dinero y ropas.

En espacios públicos de las ciudades y poblados cubanos ha crecido la presencia de enfermos mentales, ancianos, personas con discapacidad física y alcohólicos, una realidad que el régimen no puede esconder. Las estadísticas, de un año a otro, evidencian el aumento creciente de la extrema pobreza en el país.

De acuerdo con datos publicados en abril pasado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), en Cuba se registraron 3,690 personas “deambulantes” -según la denominación oficial- entre 2014 y 2023.

No obstante, la crisis económica y social que padece el país -marcada por la inflación y escasez de productos básicos, sobre todo, alimentos- apunta a un incremento más allá de las estadísticas oficiales, dada la cantidad creciente de personas desprotegidas que, por diferentes razones, recurren a la mendicidad en las iglesias, con los turistas o buscan su sustento en la basura.

Un plan con pocas esperanzas

En mayo, el Consejo de Ministros anunció un “nuevo” plan para retirar a los mendigos de las calles, con la actualización de su política para la atención de “personas deambulantes”, luego de 10 años de instituida.

Las medidas del gobierno incluyen la creación en todas las provincias de centros de protección social, donde esas personas sean evaluadas clínicamente y atendidas por equipos multidisciplinarios.

La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, aseguró que en los centros que ya funcionan en algunas provincias se atiende a más de 3,700 personas desamparadas.

De ellas, “el 87 % son hombres; el 50% se encuentra entre 41 y 59 años; el 30 % son personas en situación de discapacidad; el 24 % tiene algún trastorno psiquiátrico; el 30 % mantiene patrones elevados de consumo de bebidas alcohólicas; y el 38 % son menores de 60 años que no tienen domicilio al cual regresar”, según los datos citados por la funcionaria.