Tres senadores estadounidenses han lanzado fuertes críticas al presidente Joe Biden por reactivar ciertos tipos de visados de no inmigrante (NIV) en Cuba.
Los republicanos Marco Rubio y Rick Scott, de Florida, y Ted Cruz, de Texas, enviaron una carta al Secretario de Estado Antony Blinken, manifestando que la reciente ampliación de los servicios en la embajada estadounidense en La Habana solo beneficia al régimen cubano y pone en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos.
"En lugar de obligar a la dictadura cubana a poner fin a sus abusos contra los derechos humanos y llevar la democracia a la Isla, la administración Biden-Harris solo ha buscado oportunidades para pacificar al régimen y reparar las relaciones diplomáticas", dice el texto.
"No vemos ninguna otra razón para ampliar las visas nacionales a los individuos cubanos y ninguna justificación para que hacerlo sirva a los intereses de Estados Unidos", agregan los senadores.
Becas sospechosas y falta de transparencia
Los senadores señalan que la expansión de las NIV beneficiará a miembros de la élite y la clase dirigente en Cuba, donde los más cercanos al régimen tienen oportunidades que se le niegan a la mayoría. Por ello, es muy probable que quienes reciban esas becas tengan buenas relaciones con el gobierno.
Además, será casi imposible hacer una investigación adecuada de los posibles receptores de NIV por la falta de transparencia del régimen.
Los tres políticos recordaron que el gobierno estadounidense introdujo un programa de libertad condicional que permitió que exfuncionarios de alto rango del régimen y miembros de la Seguridad del Estado vayan a residir en Estados Unidos.
"La administración Biden-Harris detuvo este programa solo después de los informes de fraude y abuso generalizados, lo que demuestra nuestra incapacidad para investigar adecuadamente a las personas que vienen de la isla", detalla la misiva.
También criticaron la exclusión de Cuba de la lista de países que no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas, y alegan que la causa de esa decisión es apaciguar al régimen, "que sigue albergando a terroristas y fugitivos estadounidenses".
"La administración también ha permitido que funcionarios de este régimen simpatizante del terrorismo accedan a instalaciones seguras en aeropuertos estadounidenses, poniendo en peligro el bienestar de nuestros ciudadanos y las medidas de seguridad", añade el documento.