El Mundial Juvenil de Atletismo celebrado esta semana en Lima, Perú, será recordado por el deporte cubano por la dolorosa realidad de no haber logrado ninguna medalla. De los 10 representantes cubanos, solo tres lograron llegar a finales, y ninguno subió al podio. Los pronósticos eran reservados debido a una preparación insuficiente, ya que los escasos recursos se destinaron a los atletas que competirían en los Juegos Olímpicos de París, quienes tampoco obtuvieron medallas.
¿Qué salió mal?
La vallista Jocelyn Echazábal, el triplista Gian Carlos Baxter y, en menor medida, otro vallista, Yander Herrera, tenían posibilidades de medalla. Sin embargo, Yander ni siquiera tenía competidores en las pocas pruebas locales que enfrentó, corriendo prácticamente solo en eventos como "Barrientos" y la Copa Cuba.
El nulo fogueo de los atletas, el viaje cercano a la competencia, el drástico cambio de temperatura y la carencia de recursos para una buena preparación en el Estadio Panamericano son solo algunas de las razones detrás de esta triste situación.
¿Echar la culpa a los atletas o a los entrenadores? La realidad es más compleja. La falta de topes, el desconocimiento del adversario y la presión de competir en un estadio lleno de aficionados son factores que afectaron el rendimiento de los jóvenes deportistas.
Desempeño individual
Jocelyn, con un crono personal de 13.06 segundos que la ubicaba tercera en el ranking mundial, tenía una medalla al alcance, pero una caída en la final de los 100 metros con vallas la dejó última. Baxter, con 16.20 metros como mejor marca personal, finalizó sexto con un salto de solo 15.68 metros. El otro triplista, Anthony Martínez, no pudo ubicarse entre los ocho primeros con un salto de 15 metros exactos.
Yander, que llegó al Mundial ocupando el puesto 21 del ranking con 13.50 segundos, logró clasificar a la final y quedó quinto con una marca personal de 13.46 segundos, siendo el mejor ubicado entre los cubanos. Sin embargo, presentó deficiencias técnicas que su entrenador Doval debe corregir.
Otros atletas como Camila Rodríguez en 400 metros, la triplista Ariday Girón, el balista Enmanuel Ramírez, la balista Neylín Rodríguez, la saltadora Dianelys Alacán y el jabalinista Javier Noris tampoco lograron destacarse.
¿Qué futuro les espera?
A pesar de esta deplorable actuación, aún hay esperanzas para algunos de estos jóvenes. Sin embargo, es crucial brindarles el apoyo y los recursos necesarios para evitar repetir el fracaso de París en futuros eventos. El deporte cubano enfrenta desafíos enormes; no hay sponsors, capital ni una alimentación adecuada para el alto rendimiento.
El Estadio Panamericano enfrenta una situación penosa con la escasez de agua y una alimentación insuficiente. Estos 10 atletas y otros que quedaron en Cuba son fundamentales para el ciclo olímpico que culmina en Los Ángeles 2028. Cuidarlos es determinante.
Con la participación de más de 1,700 atletas de 134 países, el Campeonato Mundial Juvenil de Atletismo en Perú destacó la falta de medallas para Cuba, un hecho inédito según los expertos. No hay otra opción: cuidar a estos atletas y darles lo que merecen es el único camino si queremos ver a un cubano en el podio olímpico nuevamente. 🥇