Con el objetivo de cobrar sus pensiones, jubilados cubanos amanecieron en un banco del municipio Bayamo, provincia Granma, pero la escasez de dinero efectivo convirtió en odisea un proceso presumiblemente sencillo.
Desde las 5 de la mañana, los pensionados se alinearon frente a una sucursal y la poca disponibilidad de billetes complicó el proceso en medio de la desesperación de los ancianos.
En un video publicado en la red social Facebook por el periodista Mario Vallejo, una mujer relata el calvario de las personas desde bien temprano, mientras una "trabajadora del banco conversa con su esposo" en una calle rodeada de basura y aspecto deprimente.
Desesperación y problemas recurrentes
En marzo, un anciano sufrió un episodio de hipoglucemia cuando hacía una cola en un banco de Santiago de Cuba, parado al sol, mal alimentado y enfermo, sin un asiento disponible a pesar de su avanzada edad.
El hombre, de 90 años e identificado como Eleutelio Simón Bueno, colapsó durante la extenuante espera para cobrar su pensión en el banco "La Comercial", ubicado cerca de la Rotonda del Distrito José Martí.
La falta de recursos financieros está generando una creciente desesperación entre los jubilados, quienes, debido al bajo pago que perciben, deben luchar también por obtener dinero extra para cubrir sus necesidades básicas.
El problema es de nivel nacional, pero el régimen no ha logrado encontrar una solución, o, mejor, da la espalda pese a la urgente necesidad de soluciones para los ciudadanos de una isla en total decadencia.
Colas interminables y medidas insuficientes
Miles de personas hacen todos los días largas colas para extraer efectivo en las oficinas o en los cajeros automáticos, incluso con recortes de entrega impuestos por el Banco Central de Cuba (BCC).
De hecho, en agosto de 2023, el BCC inició un fuerte control al dinero en efectivo a través de medidas encaminadas a la bancarización de las transacciones de cobros y pagos entre todos los actores de la economía.
En abril, un grupo de personas expresaron su malestar en La Habana, al enfrentar demoras de hasta tres días para acceder a un cajero automático habilitado y en funcionamiento.