El pentacampeón olímpico de lucha grecorromana, el cubano Mijaín López, estuvo como invitado en el programa televisivo Mesa Redonda, donde rememoró su trayectoria hasta llegar a París 2024 y expresó su inconformidad con la exclusión de Rusia en estas olimpiadas, una medida tomada por el Comité Olímpico Internacional (COI) debido a la invasión de este país a Ucrania.
De acuerdo con el sitio Cubadebate, el Gigante de Herradura dijo en el programa que “injustamente los rusos no pudieron estar en los Juegos Olímpicos, pero vamos allá a intercambiar con ellos y mostrar que el deporte no tiene que ver con la política”. Sin embargo, esas no fueron las palabras exactas del atleta, quien no utilizó el adverbio “injustamente”. El que sí lo utilizó fue el presentador de la Mesa Redonda, Randy Alonso Falcón, quien dijo “los rusos no pudieron estar en los Juegos Olímpicos, injustamente”.
Al ser también director del portal oficialista Cubadebate, Alonso Falcón se permitió adulterar las palabras del campeón en la nota publicada sobre la intervención de Mijaín en la Mesa Redonda.
¿Qué dijo realmente Mijaín López?
Preguntado por su viaje a Rusia, organizado a modo de homenaje por el triple campeón olímpico de lucha grecorromana, Alexander Karelin, el atleta cubano respondió:
“Las expectativas van a ser emocionantes. Creo que el poder estar en Rusia es un honor, después de ellos haber sido eliminados de unos Juegos Olímpicos… Creo que no debería haber sido así, porque creo que la parte política no tiene nada que ver con el deporte; porque el deporte es unión de todas las culturas y de todos los atletas, y hermandad”.
Queda en evidencia que el medio oficialista que dirige Alonso Falcón puso en la boca de Mijaín unas palabras que no dijo textualmente, y que sí fueron utilizadas por el también presentador de la Mesa Redonda, que calificó de “injusta” la decisión del COI.
En el ojo de la polémica por sus demostraciones de adhesión al régimen totalitario que impera en la Isla, y de admiración hacia su creador, el dictador Fidel Castro, Mijaín ha estado apareciendo en todos los escenarios oficialistas desde su regreso de París. Desde La Piragua, en el Malecón habanero, el luchador rindió tributo a “nuestro comandante invicto”.
“Creo que con la presencia nuestra aquí, estamos reafirmando toda la continuidad que dejó él aquí en esta patria”, dijo el deportista en vísperas del cumpleaños del tirano.
A pesar de romper una lanza por la despolitización del deporte, lo cierto es que el también diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) ha sido convertido por el régimen en un nuevo paladín del llamado “deporte revolucionario”.
Su imagen sigue siendo manoseada por la propaganda de un régimen totalitario que emplea la violencia contra los que disienten o reclaman derechos y libertades, apelando a su corpulencia como símbolo de la fortaleza de la dictadura.
En su última aparición televisiva, el atleta -que se ha prestado en múltiples ocasiones para este rejuego con el poder dictatorial, llegando incluso a agredir físicamente a un activista durante los pasados Juegos Panamericanos en Chile- se posicionó a favor de Rusia, tal y como hace el régimen cubano en relación con la invasión de este país a Ucrania.
Cuba es uno de los pocos países que se posicionan a favor de Rusia dentro de la comunidad internacional, que ha incrementado el aislamiento de Rusia ante las evidencias crecientes de que el régimen de Vladimir Putin comete genocidio y crímenes de guerra en territorio ucraniano.
La invasión de Rusia a Ucrania ha causado más de 30,000 víctimas civiles, entre muertos y heridos, y seis millones de personas refugiadas, en un país con más de 43 millones de habitantes. En febrero, el presidente Volodimir Zelenski dijo que 31,000 soldados ucranianos habían muerto, pero las estimaciones, basadas en la inteligencia estadounidense, sugieren pérdidas mayores.
El COI vetó a Rusia y Bielorrusia de participar en los Juegos Olímpicos de París 2024 por la invasión rusa de Ucrania con apoyo bielorruso. El COI argumentó que el Comité Olímpico ruso violó la Carta Olímpica —el reglamento de la competición— cuando absorbió unilateralmente las organizaciones deportivas de las regiones ucranianas ocupadas de Donetsk, Jersón, Luhansk y Zaporiyia, anexionadas por Rusia ilegalmente.
El autócrata ruso acusó al COI de “discriminación”. Además, en respuesta al veto, Putin decidió organizar su propia competición deportiva internacional: los Juegos Internacionales de la Amistad, en referencia a otro evento parecido organizado por la URSS en 1984.
A pesar de la decisión del COI, que Alonso Falcón calificó de injusta, el periodista oficialista no tuvo reparos en aplaudir la decisión de su presidente, el alemán Thomas Bach, de homenajear al pentacampeón olímpico en París.