El gobierno de Estados Unidos ha intensificado su presión para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, controlado por el régimen chavista, haga públicas las pruebas oficiales de los resultados de las elecciones del pasado 28 de julio, en las que se proclamó vencedor a Nicolás Maduro.
“Más de tres semanas después de las elecciones del 28 de julio, Nicolás Maduro y sus representantes siguen negándose a publicar las actas originales que reflejan las verdaderas aspiraciones de los venezolanos para el futuro de su país”, escribió en la red social X Brian A. Nichols, subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos.
El diplomático también aseguró que “Estados Unidos exigirá cuentas a quienes permitan el fraude electoral y la represión”. Además, ratificó que “la voluntad del pueblo venezolano debe ser respetada”.
Protestas globales y rechazo internacional
La proclamación de Nicolás Maduro como vencedor de las elecciones ha sido recibida con recelo por la mayoría de los países democráticos, que acusan al régimen de irregularidades en los comicios. Esta controversia no ha sido resuelta casi un mes después.
El pasado sábado, ciudadanos venezolanos y simpatizantes en más de 150 ciudades alrededor del mundo se movilizaron en una gran protesta global para denunciar el fraude electoral. En lo que llamaron la "Gran Protesta Mundial por la Verdad", los manifestantes exigieron transparencia en los resultados electorales y expresaron su apoyo al candidato opositor Edmundo González y a la líder opositora María Corina Machado.
Hace unas semanas, trascendió que Estados Unidos habría ofrecido al gobernante un acuerdo con amplias garantías para su persona, a cambio de que acepte su derrota e inicie un proceso de transición pacífica hacia la democracia en Venezuela. La administración Biden estaría dispuesta a ofrecer a Maduro “lo que quiera” con tal de que detenga la represión sobre opositores y manifestantes, presente de forma transparente las actas que avalan el resultado de las pasadas elecciones y reconozca la voluntad de cambio del pueblo venezolano.
Sin embargo, Maduro rechazó esta iniciativa y ha seguido con su represión y violencia contra quienes no acepten su triunfo, incluyendo una retórica amenazante en contra de opositores y la población que no comulgue con sus ideas dictatoriales.