El pico de violencia que está viviendo Cuba no logra movilizar la maquinaria policial del régimen como lo hacen los delitos económicos y la persecución política. Sólo así se entiende que en ninguno de los asesinatos cometidos este mes en la Isla, la Policía ha llegado a intervenir antes de que la bronca llegara a mayores. Sin embargo, sí hay recursos para montar complejos operativos como el que se saldó el año pasado con la detención del joven cubano Roberto Nodarse Rodríguez (La Habana, 24 de enero de 1991), que ingresó en prisión el 8 de noviembre de 2023 tras ser acusado de vender dólares.
Una redada en 10 de Octubre y Los Pinos
Ocurrió en 10 de Octubre, pero el DTI (Departamento Técnico de Investigaciones) también llevó su redada a Los Pinos (Arroyo Naranjo), donde cayó su primo, Cristhofer Milán Lorenzo, de 20 años, que se crió junto a Roberto Nodarse y ambos son como hermanos. A Cristhofer se lo llevaron después de que un agente encubierto del DTI se ofreció a venderle 1.000 dólares.
De la casa de su abuela, ubicada en Majjata 110, entre Finlay y Naranjito, en Los Pinos, se llevaron, tras el registro, 2.200 euros. Esa supuestamente es la prueba que tienen contra él. El muchacho quedó en libertad el 29 de diciembre pasado. Su madre vive fuera de Cuba y su padre es piloto. Ambos le envían dinero a la Isla. Ahora la Fiscalía asegura que entre esos euros había algunos falsos, pero no hay acta levantada con el número de los billetes y es la palabra del ministerio público contra la familia expoliada.
Pero Roberto Nodarse no corrió igual suerte. Le decomisaron un carro (un Peugeot nuevo) que ni siquiera es suyo. Según su entorno, se lo dejó su mejor amigo, que está de viaje fuera de Cuba y le pidió que lo cuidara hasta su regreso. También le decomisaron 12.230 USD, 2.995 euros, 200 francos suizos y 210 dólares canadienses que le encontraron en su casa, que fue registrada sin orden judicial y con testigos que no son del barrio y que han emigrado a Estados Unidos. La familia denuncia que los agentes no levantaron acta de la cantidad de dinero decomisada.
Ahora a Roberto Nodarse le piden al menos cinco años de cárcel. Sus allegados aseguran que el dinero que le hallaron en su domicilio, en 10 de Octubre, se lo había mandado su familia del extranjero para reformar, comprar refrigeradores y abastecer una cafetería del Estado que le habían adjudicado. Quienes le conocen culpan a la informante del barrio, Lucía Romero López, que también tiene una cafetería, de 'chivatearlo' con mala fe para que no le hiciera competencia a su negocio.
Roberto Nodarse está preso desde el 8 de noviembre de 2023 en la 1580, de La Habana. Los médicos sospechan que en la cárcel sufrió una infección bacteriana y en estos momentos está ingresado, con calambres en las extremidades, en la cama 10 de la sala penal del hospital La Covadonga, de la capital cubana. Su mujer y su hijo malviven porque él era el único sostén de la familia. Ella arregla uñas y con eso no tienen para comer.
Recurrida la prisión provisional
La familia de Roberto Nodarse recurrió la medida cautelar de prisión provisional (reclamación 85/24), después de que el joven fuera imputado por un delito económico (expediente de fase preparatoria 273/23) por presuntamente dedicarse al tráfico ilegal de moneda nacional, divisas y piedras preciosas. Desde la Fiscalía General de la República le aseguraron en abril de este año, en un escrito al que ha tenido acceso CiberCuba, que ya hay conclusiones provisionales del proceso y que hace cuatro meses solo quedaba pendiente remitir las actuaciones al Tribunal Municipal Popular, para que dispusiera la apertura del juicio oral.
Según la investigación del DTI, los contactos "de la actividad ilícita" se llevaron a cabo a través del teléfono de Roberto Nodarse, donde por medio de la aplicación Transfermóvil las personas le hacían la transferencia del dinero que iban a cambiar. También lo acusan de cambiar en pesos cubanos el dinero depositado en tarjetas de moneda libremente convertible (MLC). Además, aseguran que en el registro practicado en su domicilio le ocuparon dos tarjetas que eran utilizadas para esas transacciones.
Por todo esto, la fiscal provincial de La Habana, Idania María Maso Pérez, recomienda por escrito a la familia que si una vez celebrado el juicio, no está de acuerdo con la sentencia judicial, tiene 10 días hábiles, a partir de la notificación, para apelar la decisión del juez. Y tras recibir respuesta, si está disconforme, puede presentar un recurso de casación.
La familia exige justicia porque considera que su hijo será juzgado con severidad pese a que no hay pruebas en su contra y, además, denuncia irregularidades en el proceso. Una de ellas, por ejemplo, que el mismo agente encubierto que engañó a Cristhofer Milán para que le cambiara dólares estuvo presente en el registro y cuando otro del DTI se dio cuenta, le pidió que se fuera. También acudió a los operativos una señora mayor que pasó en dos ocasiones por la casa de Roberto Nodarse a cambiar dólares y las dos veces le dijeron que ellos no se dedicaban a eso. Aparte, insisten en señalar la inexistencia de actas que recojan el número exacto de dinero decomisado y que ahora, a todas las acusaciones, se sume la de estar en posesión de billetes falsos.