Un asistente personal del fallecido actor Matthew Perry, dos médicos y otros dos individuos han sido acusados de proporcionarle las dosis de ketamina que le causaron la muerte el pasado 28 de octubre, cuando su cuerpo fue hallado en su casa en Los Ángeles, presuntamente ahogado.
Según explica el New York Times, en documentos presentados en un tribunal federal de California, los fiscales dijeron que el mencionado asistente y un conocido "habían trabajado con dos médicos y un traficante de drogas para conseguir ketamina por valor de decenas de miles de dólares para Perry, quien había luchado durante mucho tiempo contra el abuso de sustancias y la adicción".
El recordado Chandler Bing de la serie Friends fue descubierto flotando boca abajo en un jacuzzi en su vivienda. Tras la pesquisa de rigor, la oficina del médico forense local reveló que el actor había muerto a causa de los "efectos agudos de la ketamina".
El trágico final
"El día que murió Matthew Perry, el asistente personal (Kenneth Iwamasa) le puso su primera inyección de ketamina de la mañana alrededor de las 8:30 am", narra el diario. Unas cuatro horas después, mientras el actor veía una película, el asistente le puso otra inyección, y apenas 40 minutos después, Perry pidió otra, según recordó Iwamasa, que firmó un acuerdo de culpabilidad.
Respecto a la última ocasión, el ayudante reveló que Perry le pidió: "Dispárame un trago grande", y le pidió que preparara su jacuzzi.
Los documentos judiciales señalan que Iwamasa le inyectó al menos 27 dosis de ketamina en los cinco días previos a su muerte. Tanto él como el resto de los acusados utilizaban un lenguaje codificado para hablar de transacciones del analgésico, al que se referían como "Dr. Pepper" o "latas".
La red de conspiración
La acusación, presentada en un tribunal federal el miércoles, implica además a Jasveen Sangha, una mujer de 41 años que reside en North Hollywood, Los Ángeles, y que según la fiscalía, "ha distribuido ketamina y otras drogas ilegales desde su centro de operaciones" desde al menos 2019. Conocida como "la Reina de la Ketamina", trataba "únicamente con gente de alto nivel y famosos".
Otro acusado es el doctor Salvador Plasencia, médico de un centro de urgencias, que le hacía llegar la ketamina a Matthew Perry. También está el doctor Mark Chavez, quien admitió haber vendido ketamina a Plasencia y que se declaró culpable de un cargo de conspiración para distribuir la sustancia.
El informe fiscal detalla que en una ocasión, Plasencia envió un mensaje de texto a Chavez sobre la venta de ketamina a Perry y escribió: "Me pregunto cuánto pagará este imbécil" y "Vamos a averiguarlo".
El quinto detenido es un conocido del actor, Erik Fleming, quien admitió su culpabilidad por "conspiración para distribuir ketamina" y haberle facilitado a Iwamasa hasta 50 viales.
Si son declarados culpables, los cinco acusados se enfrentan a penas que van desde los 10 años hasta la cadena perpetua en el caso de la traficante Jasveen Sangha.
"Se aprovecharon de los problemas de adicción del señor Perry para enriquecerse. Sabían que lo que estaban haciendo estaba mal. Les importaba más lucrar a costa del señor Perry que preocuparse por su bienestar", dijo en rueda de prensa Martin Estrada, fiscal de EE.UU. para el Distrito Central de California. "Estamos enviando un mensaje claro. Si están en el negocio de la venta de drogas peligrosas, los haremos responsables de las muertes que causen", subrayó.