El gobierno de Cuba, a través del Centro Colaborador de la OPS/OMS para el Estudio del Dengue y su Control, anunció el 18º Curso Internacional de Dengue y otros Arbovirus emergentes. La formación se llevará a cabo del 19 al 30 de agosto de 2024 en La Habana, en medio de la crisis sanitaria que sufren los cubanos, en una ciudad donde los malos olores, los basureros en las esquinas y los mosquitos no dejan vivir en paz a los residentes.
Este curso tiene sesiones teóricas y prácticas y cuesta 900 dólares. Está dirigido a médicos, virólogos, inmunólogos, sociólogos, epidemiólogos, entomólogos, administradores de salud, entre otros interesados en el tema.
El Ministerio de Salud Pública y sus instituciones quieren demostrar lo que saben y exportar su modelo a otros países afectados por las enfermedades tropicales que los científicos cubanos han estudiado. Sin embargo, esos resultados de investigaciones no se aplican en el país y, si el Estado lo está haciendo, sus beneficios no se notan.
La cruda realidad de la salud en Cuba
El dengue, la fiebre amarilla, el zika, la chikunguña y el oropouche siguen presentes en Cuba y generan ingresos hospitalarios cada día, en todas las provincias del país. Se ha reportado incluso la muerte de pacientes por estas enfermedades, a pesar de que el gobierno oculte las estadísticas.
El curso está organizado por el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”, la Sociedad Cubana de Microbiología y Parasitología, el Ministerio de Salud Pública y la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). La publicidad de este evento promete un espacio de intercambio científico sobre la gestión clínica de los pacientes y el control del vector.
El segundo de los temas es probablemente lo que menos atiende el gobierno cubano, que ha declarado abiertamente no tener recursos para fumigar las viviendas, ni recoger la basura de las calles.
Los organizadores también harán referencia a las últimas investigaciones en áreas como patogenia, vacunas, antivirales, y genética, además de abordar la influencia del cambio climático en la propagación de estas enfermedades.
El anuncio del curso y su comercialización en dólares, en plan "turismo científico", ha generado controversia debido a la ironía de que el gobierno cubano, que se encuentra en una batalla constante por controlar los brotes de dengue en su propio territorio, esté sacando partido de lo que han descubierto de estas enfermedades.
La crisis epidemiológica que atraviesa el país, caracterizada por la escasez de insumos médicos y la falta de control efectivo sobre la proliferación del mosquito Aedes aegypti, pone en duda la capacidad del gobierno para manejar la situación sanitaria interna mientras se enfoca en la venta de conocimientos a nivel internacional.