El equipo Cuba ha logrado el peor resultado en unos Juegos Olímpicos desde Tokio 1964. Este descalabro es, en gran parte, un resultado más de las reformas económicas iniciadas por Miguel Díaz-Canel en 2021, que vinieron a agravar la crisis absoluta en la que ha vivido Cuba desde el mal llamado "período especial", aumentando la pobreza y el desamparo de los cubanos.
Crisis económica: un obstáculo insalvable
La falta de recursos para el entrenamiento de los deportistas, junto con la destrucción de estadios, pistas, piscinas y centros deportivos, dificulta más que nunca la posibilidad de entrenar. Esto, además, les impide competir en eventos internacionales para alcanzar el nivel de fogueo necesario en una competición como las Olimpiadas.
Finalmente, la falta de una alimentación adecuada para los deportistas de alto rendimiento ha cerrado el ciclo que afectó las perspectivas de los atletas cubanos en las Olimpiadas de 2024.
Emigración: el éxodo del talento
Sumado a esto, la crisis en que está sumida la isla impulsa a los jóvenes cubanos a emigrar, incluidos los deportistas. Esto se refleja en las ocho medallas logradas por cubanos para terceros países, que, sumadas a las ganadas por Cuba, podrían haber llevado al país al puesto 22 en el medallero de París 2024.
Pero Cuba solo obtuvo 9 medallas, y la pregunta importante es:
¿Se quedarán estos medallistas en la isla?
La situación de Cuba no cambiará mientras los Castro-Canel se mantengan en el poder. Esto hará que los medallistas se planteen emigrar en los próximos años. Como cualquier otro cubano, también lo harán muchos otros deportistas de la isla. Es un derecho humano emigrar para buscar nuevas y mejores oportunidades.
El patrioterismo barato no será un freno para aquellos que se esfuerzan cada día por ser mejores. Decidirán emigrar, la vida deportiva es corta, y en otros países valorarán infinitamente más sus talentos. La alternativa es vender sus medallas para poder comer cuando acaben sus carreras y caigan en el olvido oficial. 🏅💔