El gobernante Miguel Díaz-Canel acudió al aeropuerto de La Habana para recibir a la delegación que participó en los Juegos Olímpicos de París 2024, acompañado de la madre del pentacampeón de lucha grecorromana, Mijaín López. El evento fue documentado por el departamento de comunicación de Presidencia, que publicó en X imágenes del líder en la terminal aérea abrazando a Mijaín y posando con el resto de la delegación y miembros de su gobierno.
Los plumillas de Palacio inmortalizaron el momento con una frase alambicada y coherente con el nivel de ridiculez que emana el líder de la “continuidad”. “Tomada de la mano desde que llegó al aeropuerto, el presidente Díaz-Canel conduciría con ternura y cariño a Leonor, la madre de Mijaín, como si llevara a toda Cuba a recibir a nuestra delegación a los Juegos Olímpicos”, dijeron los bardos de Presidencia.
El tuit incluyó una fotografía en la que se pudo apreciar en todo su esplendor el reloj Rolex GMT Master II de 13,000 dólares que portaba en su muñeca el también primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC). “Como si llevara de la mano a toda Cuba a recibir a nuestra delegación a los Juegos Olímpicos”, redactaron los escribanos de la propaganda del régimen totalitario, sin reparar en el contraste evidente entre el lujo que ostenta el gobernante y la miseria cada vez mayor de los cubanos.
Una continuidad ostentosa
La “continuidad” ya no oculta su tren de vida y nada la importa que aumente la desigualdad y la exclusión social entre los cubanos. El “enriquecerse es glorioso” del mandatario chino Deng Xiaoping ha calado en su pensamiento, y bajo esa premisa el régimen cubano construye un capitalismo de Estado (de amigotes) y sus dirigentes exhiben sus joyas como reguetoneros revolucionarios.
“Nada como presumir un nuevo Rolex GMT Master II de 13,000 dólares para recibir al campeón. Así ostentan sus lujosos relojes el presidente y su primera dama ante un miserable pueblo que no tiene ni Duralginas”, observó en un tuit el usuario identificado como Taoro.
Fidel Castro fue el precursor de premiar a sus colaboradores más cercanos con modelos de Rolex. En junio de 2020, un jubilado de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado relató a CiberCuba que en tiempos pasados, Celia Sánchez llevaba el control de su distribución. “Fidel regalaba Rolex a los compañeros más destacados y guanajos a otros muchos en cada aniversario de la revolución”, recordó el exfuncionario.
El lujo como insignia del régimen
Por su parte, el gobernante designado por su hermano, el general (r) Raúl Castro, ha sido visto en anteriores ocasiones luciendo lujosas prendas mientras aparenta humildad y exige sacrificios al pueblo llano.
En diciembre de 2020, Díaz-Canel llegó a una manifestación organizada por el régimen en el parque Trillo para hacerle frente a los sucesos del Movimiento San Isidro, en varios Mercedes Benz y llevando en la mano un costoso reloj marca Rolex. El Rolex Yacht Master 42 que Díaz-Canel llevaba en la misma mano con la que saludó a las decenas de personas convocadas -y obligadas- a asistir a la actividad, está valorado en un precio de 28,900 dólares.
En enero de 2019, el gobernante fue visto durante una visita a la provincia de Sancti Spíritus usando un reloj de lujo marca TAG Heuer, de 1,750 dólares, de caucho azul, con bisel de cerámica azul mate, compatible con iOS y Android, y con Wifi. “¡Qué reloj más bonito Díaz-Canel, pero estoy seguro de que es un Tag Heuer falso de China! Después de todo, el 'líder' revolucionario socialista de Cuba nunca compraría un reloj capitalista de 1,700 dólares”, ironizó entonces el republicano Marco Rubio en sus redes sociales, comentando la aparición del gobernante en la tángana del parque Trillo.
Pero no solo es el gobernante el que "da la hora" con el lujo. Su esposa y "no primera dama", Lis Cuesta Peraza, también le sabe al tema, como demostró el día de la discusión de su tesis doctoral luciendo un reloj de la marca Cartier, valorado entre 5,000 y más de 12,000 dólares.
Como no hay dos sin tres, se incluye en la lista de poseedores de finas "tuercas" al espía y coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), Gerardo Hernández Nordelo, quien lo mismo hace gala de su Rolex para acusar a Estados Unidos "de matar de hambre a los cubanos", que para celebrar las victorias de Mijaín, "rifle" en mano en La Güinera.