El régimen en Santiago de Cuba impidió este lunes que un recluso se despidiera adecuadamente de su madre fallecida, transformando un momento íntimo en un opresivo cerco policial.
El periodista Yosmany Mayeta informó en Facebook sobre el lamentable suceso ocurrido en la funeraria de Santiago de Cuba, donde un recluso fue trasladado por solo 10 minutos para despedirse de su madre fallecida.
Según testigos, los guardias que custodiaban al recluso formaron una especie de cerco, bloqueando el acceso de los familiares y amigos que intentaban acercarse al hijo para darle el pésame.
Una de las personas presentes, que grabó la escena, expresó su indignación al describir cómo el dolor del hijo recluso fue tratado con total insensibilidad por parte de las autoridades.
“Son tres hermanos, y uno de ellos está en México. Cuando el que está fuera intentó llamarlo para compartir el dolor de esta pérdida, apenas sacó el teléfono, los guardias casi le dan golpes y se lo llevaron, no lo dejaron ni llorar a su madre”, relató la denunciante.
Calvario en el cementerio
La persona que hizo la denuncia contó que el calvario de la despedida a la fallecida continuó en el cementerio.
El vehículo que trasladaba el cuerpo al Cementerio Santa Ifigenia tuvo que esperar casi una hora en la entrada porque el chofer olvidó los papeles de permiso de traslado en la funeraria, prolongando aún más el doloroso proceso, apuntó Mayeta.
El periodista calificó de lamentable la situación que vive la población reclusa en Cuba cuando se les muere un familiar y a duras penas se les concede unos pocos minutos para despedirse.
“Y cuando hay dispositivo celular grabando o familiares por videollamadas, rápidamente se llevan al prisionero”, denunció Mayeta.
Son habituales los abusos cometidos por el régimen cubano contra la población reclusa y sus familiares.
Recientemente, la presa política cubana Lizandra Góngora, condenada a 14 años por las protestas del 11J, logró reunirse con sus hijos en la prisión después de tres meses y medio.
La prisionera había sido trasladada a una cárcel en la Isla de la Juventud, medida que se considera una “táctica cruel y despiadada del régimen castrista en represalia por su oposición política”, denunció su hermano, Ariel Góngora.
Nelva Ismarays Ortega Tamayo, esposa del opositor cubano José Daniel Ferrer, no ve a su esposo desde abril pasado. El lunes 29 de julio el líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) cumplió 54 años en la cárcel de máxima seguridad Mar Verde, de Santiago de Cuba, pero una vez más el régimen no permitió que viera a su familia, que exige fe de vida.
En un audio al que ha tenido acceso CiberCuba, Nelva Ortega Tamayo explica que se acercó a Mar Verde acompañada de los hijos de José Daniel Ferrer, Fátima Victoria y Daniel José, con el propósito de ver a su marido y felicitarlo. "Desafortunadamente una vez más fue negado ese derecho".