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Joven de 20 años pierde la vida en Holguín al intentar defender a un amigo

lunes, 12 de agosto de 2024 por Yasmin Martín

Isauri Aguilar Leyva era el único hijo de su familia y fue brutalmente asesinado a los 20 años en una pelea en Holguín que él no inició. "Fue a defender a un compañero. No llevaba armas ni nada. Era un niño tranquilo y muy noble", relata una persona cercana al fallecido.

Dos meses después del trágico incidente, aún no se ha fijado una fecha para el juicio. El agresor ha sido identificado y se encuentra en prisión, pero la justicia aún no se ha manifestado. Aguilar Leyva vivía en el Reparto Harlem de Holguín, conocido localmente como El Guarro, y rara vez salía de su casa. Aquellos que lo conocieron lo describen como una persona pacífica, que pasaba el día jugando con su celular.

El fatídico 5 de junio

El 5 de junio, la madre de Isauri Aguilar se fue a trabajar, como de costumbre, a un restaurante de Holguín donde es dependienta. A las nueve de la noche, recibió una llamada urgente que la instaba a ir al hospital porque su hijo había tenido un problema. Cuando llegó, lo encontró muerto sin saber qué había ocurrido.

Al día siguiente, la familia se enteró de que alrededor de las 17:44 horas del 5 de junio, la abuela de Isauri escuchó a su nieto hablando por teléfono. Cuando le preguntó qué estaba pasando, el joven se negó a decírselo, alegando que "era privado". Poco después, a las 18:00 horas, como es habitual, se fue la luz. La abuela, que rara vez se baña temprano, ese día lo hizo antes del apagón.

Siempre que se iba la luz, Isauri se sentaba con una amiga en un parque frente a su casa. Allí se encontraba con un conocido del barrio, que también solía ir a esa zona a diario. No eran amigos cercanos, pero se conocían. Fue este quien lo llamó por el móvil cuando el fallecido no quiso contarle a su abuela qué pasaba. En esa llamada, le pidió que lo defendiera de otro joven, conocido como "del Viña". Isauri, siendo más prudente, le aconsejó que lo dejara. Su "amigo" buscó a otro y un arma, lo que llevó al inicio de la pelea en el parque.

Al ver a Isauri le dijeron que si no se sumaba a la bronca "era un cobarde". Presionado, se unió. Un vecino que lo vio intentó impedir que el joven se involucrara, diciéndole: "Ven acá, no te metas en problemas que no son tuyos". Aguilar Leyva le contestó que solo iba a llegar a la esquina, pero junto al resto del grupo, llegaron hasta el barrio del agresor, donde les salieron varios muchachos con palos, cabillas y armas blancas.

Isauri y otro joven echaron a correr al ver a tanta gente detrás de ellos. En ese momento, pasó una patrulla que llegó a disolver la pelea, aunque fuentes cercanas a la Policía política aseguran que fueron al barrio por otro motivo. Al ver a los agentes, Isauri y su acompañante corrieron y terminaron atrapados en un callejón sin salida. Con miedo, se metieron en una casa. El dueño, al ver a dos extraños, los obligó a salir, pero al darse cuenta de que los estaban persiguiendo, intentó conversar con el agresor, de 19 años, que iba acompañado de dos más.

Isauri le imploró a su asesino que lo dejara irse. "Dos veces se levantó el 'pulóver' para demostrar que no iba armado. El asesino hizo como que se iba y en ese momento, Isauri, sin salir del portal de la casa donde estaba protegido, se asomó a ver si de verdad se había ido. Fue entonces cuando el agresor le clavó el cuchillo en el pecho, presionado por otro que le reprochó que cómo se iba a ir sin pincharlo.

Isauri llegó ya cadáver al hospital. Su madre y su abuela están devastadas. La investigación sigue su curso, pero no hay fecha para el juicio. El joven noble y tranquilo que pasaba los días jugando con su celular está muerto. El asesino, con 19 años, está en la cárcel. De él se sabe que se llama José Ramón Ramírez Martínez, que tenía "una pésima conducta" y se espera que caiga sobre él todo el peso de la ley. Sin embargo, este juicio no se ha celebrado con la celeridad con que se enjuician delitos políticos en Cuba.

Nada devolverá a Isauri a sus familiares, pero su entorno está convencido de que la violencia que hay en Cuba "tiene que parar". Juicios ejemplarizantes pueden ayudar a ello para evitar que ocurra como con el joven de Camagüey, Usielito Quesada Florat, que falleció de una puñalada por la espalda esta semana, asesinado por un joven que estaba de pase de la prisión por haber matado a otra persona.

También esta semana, las autoridades cubanas están investigando la muerte de un joven de 20 años en Baracoa, que fue encontrado muerto mientras hacía guardia en una prisión de Guantánamo, donde pasaba el Servicio Militar. La familia duda que sea cierto que se ahorcó con un cinto, teniendo una AKM en las manos y pudiéndose pegar un tiro.

El viernes pasado, en Sancti Spíritus, un joven identificado como Hansel fue asesinado, aunque aún no han trascendido detalles del crimen que tiene lugar en medio de una escalada de la violencia en Cuba. Solo en julio, el Observatorio Cubano de Conflictos ha contabilizado extraoficialmente 18 muertes violentas en el país.

Más asesinatos, agresiones y robos

El think tank Cuba Siglo XXI ha identificado 2023 como el año en que el régimen reconoció la criminalidad como un problema en la Isla, siendo los meses de julio y junio los más violentos. "De los 649 crímenes reportados, 265 fueron robos, 199 personas fueron asesinadas en 197 incidentes y 124 personas sufrieron asaltos", señala el informe al que ha tenido acceso CiberCuba.

Según el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC), entre enero y junio de 2024 se registraron un total de 432 delitos, lo que representa un promedio diario de 2.37 crímenes, marcando un aumento del 152% en comparación con el mismo período de 2023 (1.82 crímenes diarios en 2023). El análisis muestra un "preocupante aumento" en delitos violentos en el primer semestre de este año, destacando un crecimiento del 111% en los asesinatos, un 290% en agresiones y un 208% en robos en el primer semestre de 2024.

El OCAC atribuye este incremento de la criminalidad a la descapitalización y desprofesionalización de la Policía; a cambios en los valores sociales y culturales, y a "una creciente percepción de impunidad y corrupción dentro del sistema judicial cubano". Ante esta situación, hace un llamado urgente a las autoridades cubanas para abordar de forma transparente esta preocupante situación.