Los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS) han revelado recientemente una serie de casos de fraude que amenazan con poner fin al programa de parole humanitario, el cual beneficia a migrantes cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos.
El periodista Javier Díaz entrevistó al abogado de inmigración José Guerrero para analizar las repercusiones de cometer o ser víctima de fraudes en este programa humanitario.
Beneficiarios vs. Patrocinadores: ¿Quiénes enfrentan consecuencias?
Guerrero comenzó su análisis diferenciando a los beneficiarios que no cometieron fraude de los patrocinadores que sí lo hicieron. Los beneficiarios no enfrentarían cargos criminales porque no tenían conocimiento de los fraudes. Sin embargo, los patrocinadores, tanto dentro como fuera de Estados Unidos, pueden recibir diversas sanciones.
El abogado advirtió que este tipo de fraude no se borra del historial de un individuo. "Será muy difícil que puedan entrar a Estados Unidos en el futuro. Los que estén en Estados Unidos y tenían conocimiento de lo que hacían, pueden encarar cargos criminales, revocarles la residencia, o enfrentarse a la deportación", afirmó Guerrero.
Si el parole de un beneficiario está relacionado con un fraude, perderá su proceso. Quienes han pedido ayuda para llenar un formulario o han pagado por ello, deben tener los datos de contacto de la persona que inició ese trámite, y documentar con imágenes cada paso para demostrar que no estuvieron implicados en el fraude.
Consecuencias Legales y Casos Comunes de Fraude
El abogado precisó que las penas pueden llegar a ser de hasta 10 años de cárcel en caso de que se demuestre que una persona cometió fraude con el programa del parole humanitario.
Entre los fraudes más comunes, las autoridades han detectado el uso de números de seguro social de personas fallecidas, direcciones incorrectas (de almacenes y negocios) para evitar dar el domicilio donde vivirían los beneficiarios, y el uso de datos de patrocinadores sin autorización.
También se han registrado casos de personas que pagaron dinero en efectivo o por vía electrónica para sobornar a funcionarios y acelerar la entrega de los parole. Además, algunos patrocinadores, al revisar su expediente, han encontrado que tienen como beneficiarios a personas que ni siquiera conocen.
El programa está detenido temporalmente desde la semana pasada, aunque el gobierno estadounidense ha permitido viajar a su territorio a algunas personas que tienen el permiso aprobado y está recibiendo solicitudes a través del formulario I-134A.