La historia de Ramiro Mora, uno de los cubanos que competirá bajo otra bandera en París 2024, es un testimonio de lucha y triunfo para quienes buscan un nuevo comienzo en tierras extranjeras mientras persiguen sus sueños deportivos.
Ramiro, un artista circense, decidió dejar atrás su tierra natal en 2019 y empezar de cero en el Reino Unido, donde solicitó asilo político. Sin embargo, su compromiso con Cuba no terminó ahí. En 2021, durante una visita a su familia, Mora no dudó en participar en una protesta contra la dictadura en la isla, como recordó la revista El Estornudo.
Un ascenso meteórico en el levantamiento de pesas
Después de aquel suceso, Mora demostró su habilidad en el levantamiento de pesas al ganar el título en la categoría de 89 kilogramos en un torneo regional en 2022. Su ascenso continuó en 2023, cuando conquistó el oro en 96 kg, obteniendo así reconocimiento internacional.
El 1 de diciembre de 2023, Mora recibió el estatus de refugiado, un hito que marcó un antes y un después en su vida. La suerte también le sonrió al obtener una beca del Comité Olímpico Internacional (COI), diseñada para apoyar a los atletas refugiados y facilitar su presencia en competiciones globales.
El equipo olímpico de refugiados
Gracias a esta beca, el COI lo incluyó en el Equipo Olímpico de Refugiados para París 2024, junto a otros 35 seleccionados, entre ellos su compatriota Fernando Dayán Jorge, quien reside en Estados Unidos.
En solo horas, Mora se enfrentará a la palanqueta olímpica en la categoría de 102 kilos. Este es el premio a sus habilidades y a la determinación personal que ha mostrado, superando los muchos exámenes de resiliencia que la vida le ha impuesto.
🌟 ¡Vamos, Ramiro! ¡Toda Cuba y el mundo te apoyan en esta nueva etapa de tu vida! 🌟