El destacado velocista estadounidense Noah Lyles, quien era el gran favorito para llevarse la medalla de oro en los 200 metros de París 2024, enfrentó una serie de eventos imprevistos este jueves y terminó ganando el bronce, a pesar de competir con COVID-19.
Según CBS Sports, Lyles, el flamante campeón en el hectómetro de los Juegos Olímpicos, vio su rendimiento drásticamente afectado por la enfermedad, diagnosticada el pasado martes. El actual titular mundial de la distancia en 2023 padece de asma y, de acuerdo con diversas fuentes, fue visto utilizando una máscara antes de la carrera y después mostró signos evidentes de agotamiento.
Un desafío titánico
De hecho, nunca fue un rival de peso para el monarca Letsile Tebogo, de Botswana, que cubrió la distancia en unos espectaculares 19,46 segundos, estableciendo un récord de África y uno de los mejores cronos de la historia. Kenny Bednarek, otro estadounidense respetado en el ámbito de la velocidad, obtuvo el segundo puesto con 19,62. Detrás de él, Lyles cerró la competencia visiblemente fatigado (19,70), necesitando asistencia médica en la pista y posteriormente fue atendido en los bastidores.
Es importante señalar que el Comité Olímpico Internacional permite en París 2024 que los atletas y equipos tomen decisiones sobre su capacidad para competir, tratando el COVID-19 como cualquier otra enfermedad respiratoria.
La gran incógnita ahora es, ¿participará Lyles en el relevo 4x100 metros? 🏃♂️