La locutora cubana Marisela Alfonso Madrigal, actualmente residiendo en España, reveló en una reciente entrevista que abandonó Cuba para evitar ser encarcelada.
En una conversación con el presentador Abel Álvarez para su programa en YouTube “Abel en cualquier parte”, Marisela compartió detalles sobre sus razones para dejar la isla. “¿Cómo fue esa separación de decirle a tus papás, que ya pasan los 80 años, me voy?”, preguntó Álvarez, desencadenando una respuesta cargada de emociones.
“Mira, te voy a decir algo, eso es una situación bien dolorosa, bien dura. Yo pienso en eso y se me hace un nudo acá (en la garganta)”, expresó Marisela al intentar responder. La locutora explicó que tuvo que sentarse con sus padres, quienes tienen 80 y 81 años, respectivamente, y decirles que debido a sus denuncias contra el régimen cubano, tenía que marcharse.
Una decisión dolorosa
“Tienes que escoger, o te vas con mi hermano (vive en Estados Unidos) o tu hija va presa”, narró Marisela. “Si yo me quedo aquí voy a ir presa y me vas a llevar las javitas y no me vas a ver. De lo contrario, si yo me voy de Cuba, al menos me vas a ver por WhatsApp, es duro, es doloroso”, aseveró.
Durante la entrevista, la otrora locutora del programa Frecuencia Total en la emisora oficialista Radio Rebelde detalló que su salida de Cuba fue un “exilio forzoso”. “Yo me fui de Cuba para no ir presa, para no inmolarme por un pueblo que no es capaz de unirse y ahí me incluyo yo”, declaró.
Un exilio obligado
Desde hace algunos años, Marisela había dejado de ejercer su profesión para dedicarse a denunciar al régimen cubano en redes sociales y en su canal de YouTube, La Madrigal. “Yo digo que soy una espectadora sentada en una butaca, viendo una película de terror y contando esa película de terror la cual yo no creé, yo no soy la guionista, no soy la directora, y soy una víctima de esa dictadura como todos los cubanos”, expresó.
En la entrevista, también reconoció que “jamás iba a convocar a un pueblo a hacer lo que yo no hice, porque yo no salí a la calle con una pancarta. Y además, que nosotros tenemos una represión, una dictadura, saben que la gente no puede salir como el 11 de julio. ¿Dónde están todos? ¿Dónde están todos esos niños, todos esos jóvenes que además salieron pacíficamente a protestar en contra de esa dictadura y pidiendo a gritos un cambio?”, cuestionó.
“Yo lloro por Cuba, yo lloro por los cubanos, porque cuando llegué aquí el año pasado (España) y vi todo esto, dije ‘¿pero qué han hecho con nosotros?’ Nos han robado la vida, nos han robado los sueños, nos han robado la libertad y duele”, expresó sobre su llegada a España, donde reside su único hijo.
Cuba ha sido criticada internacionalmente por sus políticas restrictivas sobre la libertad de expresión. Activistas, periodistas y disidentes a menudo enfrentan acoso, arrestos arbitrarios y detenciones por expresar opiniones contrarias al gobierno. Las leyes cubanas limitan severamente la libertad de prensa y expresión, lo que ha llevado a muchos a buscar refugio en otros países donde pueden expresar sus opiniones sin temor a represalias.
Al salir de Cuba el pasado año, Marisela dejó a sus padres, quienes están en espera de que les llegue el parole, a su suegra que vive en Bolondrón (localidad de Matanzas), y a sus dos gaticos, "bien cuidaditos" hasta que se los pueda llevar con ella. “Abandono Cuba y vuelo a mi otra patria, mi madre por derecho genealógico (...) después de darme de baja de la MLA (mi libreta de abastecimiento) o de racionamiento, y me río cuando leo en la OFICODA otra más de sus consignas: 'Nuestra misión es garantizar la canasta familiar de nuestro pueblo contribuyendo a la protección del mismo'”, escribió en su perfil de Facebook al dar a conocer su salida de la isla.
En enero de este año, Marisela se casó en La Habana con Adriana Moenck, después de más de una década juntas. Ella la acompañó en el viaje.