El mes de agosto comienza con malas noticias para los cubanos, ya que los apagones continuarán afectando al país con una intensidad significativa.
Según el parte de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) para el 1 de agosto de 2024, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) ha enfrentado serias dificultades para satisfacer la demanda de energía. En el día de ayer, el servicio eléctrico se vio afectado por un déficit de capacidad de generación desde las 06:49 de la mañana. La máxima afectación fue de 758 MW, registrada a las 22:10 horas, coincidiendo con el pico de demanda.
A las 07:00 horas de este jueves, la disponibilidad del SEN se sitúa en 2350 MW, mientras que la demanda alcanza los 2500 MW, con 91 MW afectados en el sistema. Para el mediodía se estima una máxima afectación de 450 MW.
Unidades fuera de servicio y falta de combustible
La situación se agrava con la salida de servicio por averías de varias unidades, entre ellas la unidad 1 de la CTE Santa Cruz, la unidad 5 de la CTE Nuevitas, la unidad 2 de la CTE Felton y las unidades 3 y 6 de la CTE Renté. Estas limitaciones en la generación térmica representan una reducción de 428 MW.
Adicionalmente, 54 centrales de generación distribuida están fuera de servicio por falta de combustible, sumando un total de 352 MW afectados. Para el pico de demanda se espera la entrada de la unidad 1 de la CTE Santa Cruz con 70 MW, así como las unidades 3 y 6 de la CTE Renté con 70 y 60 MW respectivamente.
La UNE prevé que para la hora pico la disponibilidad será de 2555 MW frente a una demanda máxima de 3200 MW, lo que resultará en un déficit de 645 MW. En consecuencia, se pronostica una afectación de 715 MW durante este periodo.
El gobierno cubano había anunciado en junio que los apagones aumentarían debido al incremento de las labores de mantenimiento en varias Centrales Termoeléctricas (CTE) para evitar cortes en el verano.
Esa promesa, como otras tantas, tampoco se cumplió. En julio y agosto el gobierno culpa a la falta de combustible y al calor extremo por el incremento de la demanda y, por tanto, el aumento de los apagones.
La situación refleja la continua crisis energética en la isla, que afecta diariamente a los ciudadanos y plantea serios retos para la gestión del suministro eléctrico en los próximos meses.