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Cubana Yulenmis Aguilar busca gloria olímpica bajo la bandera española en París 2024

martes, 30 de julio de 2024 por Patricia Vargas

La atleta hispanocubana Yulenmis Aguilar (Bayamo, 1996) se ha convertido en la gran esperanza de la jabalina española. El Gobierno de Pedro Sánchez le concedió la nacionalidad en abril de este 2024, permitiéndole competir en los Juegos Olímpicos de París. Su camino ha sido arduo, plagado de lesiones, especialmente en un hombro que se le luxa continuamente por un problema genético. Además, ha enfrentado la falta de confianza de los entrenadores cubanos.

Aguilar no se impone la obligación de ganar una medalla en París, ya que viene de una lesión y es consciente de que si no puede ser ahora, habrá más oportunidades en competiciones europeas y en otros Juegos Olímpicos dentro de cuatro años. Sabe que hay otras 36 mujeres que se han preparado igual que ella para conseguir un metal, pero no niega que le gustaría ganarlo con los colores de España, un país que le abrió las puertas que en Cuba le cerraron. Para ella, las segundas oportunidades valen más que las primeras.

La fecha clave: 7 de agosto

El 7 de agosto, a las 10:25 horas, tendrá lugar la clasificación para la final de París, y será entonces cuando sabremos si Aguilar está lista para subir al podio. Al día siguiente, ella cumple 29 años. Tras competir en los europeos de Roma, Yulenmis Aguilar también cumplirá su sueño olímpico en París. Viene de coronarse como campeona de España a principios de julio, con un lanzamiento de 59,85 metros, pero como le dicen sus amigos: "Yul, para ti nada es suficiente". Ella quiere y necesita más.

Desde los 11 años, Yulenmis Aguilar practica atletismo en Cuba, pero no fue hasta los 13 que cogió por primera vez una jabalina. Sus profesores se dieron cuenta de que tenía un brazo potente y ella se enamoró de este deporte que ahora, con 28 años, la lleva a los Juegos Olímpicos de París a defender los colores de la bandera española.

Desafíos y resurgimiento

En 2015, no pudo ser. Con 18 años, estuvo en el Mundial de Atletismo de Pekín, pero recuerda ese año como muy "complicado". Venía de romper el récord del mundo, pero también de una lesión de hombro. Mirando hacia atrás, ahora entiende que en ese momento no estaba preparada para enfrentar un campeonato del mundo.

En 2016, fue a los Juegos Olímpicos con 19 años y con un tobillo fracturado que se lesionó en una base de entrenamiento en México. En 2018, estuvo en los Centroamericanos y del Caribe, donde consiguió el bronce. Sin embargo, los directivos del equipo Cuba le dijeron que no contarían con ella para la siguiente temporada, considerando que no había rendido lo suficiente.

Con 21 años, le resultó difícil aceptar que el sueño de conseguir una medalla olímpica se desvanecía. En Cuba, dieron por muerto su futuro profesional y personalmente fue muy duro para ella. Para ganarse la vida en Bayamo, Yulenmis Aguilar empezó a trabajar en un gimnasio privado y terminó sus estudios. Decidió que el mundo no se iba a acabar para ella y continuó con su vida.

Una nueva oportunidad en España

Todo cambió en 2019, cuando supo que en Galicia había un entrenador dispuesto a recuperarla para el atletismo. Los españoles le ofrecieron un contrato en 2020, pero la pandemia del coronavirus retrasó su viaje hasta diciembre. La recuperación fue difícil, ya que venía con sobrepeso de Cuba. En España, comenzó a trabajar en un club con niños pequeños, su primer empleo en el país. En esa época, tuvo sus primeros contactos con su entrenador, quien la acogió en su casa, la alimentó y la cuidó, convirtiéndose en su "padre" deportivo.

En abril pasado, tenía marcas de 63,90 metros y sabía que con esos números no sería la primera del mundo, pero lanzaba un aviso: "No voy a quedarme sentada en la casa. Voy a trabajar". Sin embargo, una nueva lesión interrumpió su progreso.

Normalmente, Yulenmis Aguilar entrena cinco horas diarias: dos en la mañana y tres en la tarde. A nivel físico y deportivo, se sentía "muy bien" en abril, pero esa fortaleza era aún superior a nivel mental. Solo alguien que ha pasado por su proceso, ha perdido todo, lo ha recuperado y ha vuelto a competir a nivel olímpico puede entender hasta qué punto se refuerza la autoestima.

No obstante, Yulenmis Aguilar se enfoca en disfrutar de la competición y no se impone la obligación de conseguir una medalla en París. Aún así, las quinielas deportivas españolas cuentan con esa posibilidad si llega totalmente recuperada.

"Las cartas están jugadas, solo esperar para ver cómo termina la partida y que mi gran sueño no se me derrumbe", dijo antes de calificarse para París.