En las últimas dos semanas, las autoridades de Cabaiguán, en Sancti Spíritus, han impuesto multas a casi 40 mipymes y cuentapropistas por violar los precios topados de los productos de primera necesidad que el Estado no puede vender en la canasta familiar.
Desde el viernes 12 de julio a la fecha, los inspectores sancionaron a 38 actores económicos privados, a quienes se les aplicaron multas por un valor total que sobrepasa los 113,000 pesos. El periódico Escambray revela que después que el gobierno fijara tarifas minoristas máximas para seis renglones de alta demanda (aceite, excepto el de oliva; pastas alimenticias, salchichas, leche, detergente y pollo) este último desapareció de los puntos de venta.
Ello, señala el reportaje, es culpa de los propietarios de negocios por incumplir las leyes para tratar de "engordar sus ganancias con las necesidades de muchos". "Según registros de la Dirección Integral de Inspección en el municipio, constan tres expendios forzosos de pollo y salchicha ocultos a los usuarios, por citar algunos ejemplos", precisa la publicación.
Medidas insuficientes contra los infractores
Al parecer, con los vendedores multados no se tomaron otras medidas, como el retiro temporal de la licencia o el decomiso de las mercancías. Estos negocios corrieron mejor suerte que las 15 mipymes que el gobierno cerró por irregularidades en la contabilidad.
Por otra parte, los cabaiguanenses denuncian que las tiendas en Moneda Libremente Convertible también exhiben precios muy altos, al alcance de pocos.
A tono con la cruzada del gobierno contra los vendedores del sector no estatal, Escambray recordó que existen canales telefónicos disponibles para que la población denuncie a los transgresores de las tarifas fijadas, y pidió que la fiscalización se extienda también a centros estatales, unidades básicas y entidades comerciales.