En un contexto de incertidumbre y expectativas, el gobierno del presidente Joe Biden aseguró que sigue de cerca el desarrollo de las elecciones presidenciales en Venezuela, programadas para este domingo. Altos funcionarios estadounidenses, citados por CNN, hicieron un llamado al régimen de Nicolás Maduro para que permita que el proceso electoral se desarrolle de manera libre y justa, pese a los numerosos obstáculos que enfrentan los votantes venezolanos.
Durante una conferencia telefónica con periodistas, los funcionarios reiteraron el apoyo de Estados Unidos a unas elecciones pacíficas y transparentes. "Nuestros mensajes son simples: apoyamos elecciones pacíficas en Venezuela el 28 de julio, y Estados Unidos está preparado para trabajar con el ganador de estas elecciones siempre y cuando haya un proceso electoral transparente y justo, verificado por observadores nacionales e internacionales", afirmó un alto cargo de la administración Biden.
Preocupaciones por detenciones y represión
Las preocupaciones de Estados Unidos no son infundadas. En los días previos a las elecciones, se ha observado una intensificación en las detenciones de figuras de la oposición democrática. Los funcionarios estadounidenses criticaron a Maduro por el encarcelamiento arbitrario de miembros de la oposición, líderes y trabajadores de campaña. No obstante, reconocieron la unidad sin precedentes entre los líderes opositores, quienes han consolidado su apoyo al candidato Edmundo González Urrutia, como una señal de la resiliencia y determinación del pueblo venezolano.
"Esta unidad sin precedentes entre los líderes de la oposición es un testimonio de su resistencia y su determinación de ofrecer a los venezolanos una opción genuina en las elecciones del domingo", comentó un funcionario. A pesar de las dificultades, hay un claro interés entre los ciudadanos de todo el país, desde las principales ciudades hasta las comunidades rurales, de participar en el proceso electoral y ejercer sus derechos democráticos.
Maduro bajo la lupa internacional
Nicolás Maduro, quien ha estado en el poder desde la muerte de su predecesor Hugo Chávez en 2013, ha sido frecuentemente acusado de manipular los procesos electorales y de silenciar a la oposición. Las elecciones de 2018, que reafirmaron a Maduro en la presidencia, fueron boicoteadas por la oposición y calificadas de ilegítimas por una coalición de países latinoamericanos, Canadá y Estados Unidos, así como por la Organización de Estados Americanos (OEA), que las tildó de "farsa".
Se esperaban cambios significativos en las elecciones de 2024 tras la promesa de Maduro a Washington de celebrar elecciones libres y justas a cambio de un alivio de las sanciones. Sin embargo, los funcionarios estadounidenses advirtieron que están preparados para imponer sanciones adicionales si el proceso democrático no se lleva a cabo de manera adecuada durante las elecciones del domingo.
"Estados Unidos está preparado para calibrar su política de sanciones en función de los acontecimientos que se desarrollen en Venezuela", afirmaron los funcionarios. "Ha habido periodos en los que hemos aplicado un alivio de las sanciones a cambio de ciertos compromisos, y momentos en los que hemos impuesto sanciones adicionales cuando lo hemos considerado necesario para nuestros intereses nacionales".
La administración Biden dejó abierta la posibilidad de negociar una transición postelectoral si las elecciones se desarrollan de manera justa. Además, se comprometió a trabajar con el vencedor elegido democráticamente.
"En un escenario en el que Maduro no gane las elecciones, Estados Unidos está listo para apoyar un período postelectoral negociado pacíficamente y considerar medidas que faciliten una transición pacífica del poder. Mientras tanto, les pedimos a ambas partes que eviten las represalias y que trabajen juntos por el bien del pueblo venezolano", concluyeron los funcionarios.
El mundo entero observa con atención el desenlace de estas elecciones, que podrían marcar un punto de inflexión en la historia reciente de Venezuela y determinar el futuro de sus relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos.