El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confesó haber sentido temor al escuchar a Nicolás Maduro declarar que, si pierde las elecciones del próximo domingo en Venezuela, habrá "un baño de sangre" en su país. "Me asusté con esa declaración", expresó Lula a la agencia EFE.
El mandatario brasileño relató que conversó en dos ocasiones con Maduro, advirtiéndole que "si quiere contribuir a resolver el problema del crecimiento de Venezuela y el retorno de los que se fueron, debe respetar el proceso democrático". Lula subrayó que, en democracia, "el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre". Añadió que "Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda, y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones".
Elecciones cruciales para Venezuela
Según el líder del Partido de los Trabajadores, los comicios del domingo representan "la única oportunidad" para que Venezuela "vuelva a la normalidad" y se reintegre a la comunidad regional e internacional. "Eso es lo que deseo para Venezuela y para toda Suramérica", precisó Lula.
Lula ha solicitado la plena participación de la oposición en el proceso y ha expresado su "preocupación" por el veto a María Corina Machado, quien fue sustituida como candidata por el exdiplomático Edmundo González Urrutia, favorito en las encuestas. Asimismo, defiende que los resultados sean reconocidos por todas las partes, insistiendo en la necesidad de una amplia presencia de observadores internacionales. Por ello, enviará a dos miembros de la Justicia electoral de Brasil y a su excanciller y actual asesor de Asuntos Internacionales, Celso Amorim.
No es la primera vez que Maduro lanza amenazas de este tipo. En febrero pasado, afirmó que en estas elecciones presidenciales su equipo ganará "por las buenas o por las malas". Sus maniobras impidieron que la exdiputada María Corina Machado, principal figura de la oposición, se presentara como candidata debido a una prohibición de ejercer cargos públicos por 15 años impuesta por la Contraloría en 2015 y ratificada por el Tribunal Supremo en enero.
Una vez lograda la inhabilitación de Machado, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, controlado por el oficialismo, anunció las elecciones presidenciales para el próximo 28 de julio, evocando las "mega elecciones" del año 2000.