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Prisionero político de la UNPACU, Fernando González Vaillant, liberado tras cruel encierro

lunes, 22 de julio de 2024 por Elena Ramírez

Prisionero político de la UNPACU, Fernando González Vaillant, liberado tras cruel encierro
Fernando González Vaillant después y antes de su encarcelamiento - Imagen de © X / @jdanielferrer

El activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Fernando González Vaillant, fue puesto en libertad después de soportar más de dos años de cárcel, durante los cuales perdió más de 50 libras (24 kilogramos) debido al hambre, las enfermedades y las deplorables condiciones del centro penitenciario.

Así lo informó la activista cubana Ana Belkis Ferrer García, hermana del preso político y líder de la UNPACU, José Daniel Ferrer, quien detalló las “condiciones inhumanas” que sufrió el opositor durante su injusto encarcelamiento.

“Este sábado, 20 de julio del 2024, fue liberado el preso político Fernando González Vaillant, activista de UNPACU y promotor de Cuba Decide, en Santiago de Cuba, tras cumplir 2 años, 7 meses y 15 días de injusto, arbitrario y cruel encierro en la prisión de Mar Verde”, anunció Ferrer García en sus redes sociales.

Confinamiento inhumano y degradante

González Vaillant “permaneció confinado en un destacamento junto a presos comunes en condiciones inhumanas y degradantes, sin recibir visitas en varias ocasiones, ya que se le impidió que Carlos Oliva (amigo y también activista) le entregara la jaba de alimentos, obligándolo a pasar más hambre de lo normal”.

Debido a estos tratos crueles y degradantes, definidos por organizaciones internacionales como formas de tortura, el opositor sufrió de desnutrición y consiguió mantenerse vivo gracias a la solidaridad de amigos y familiares.

“Varias veces estuvo enfermo, con picaduras de chinches infectadas y sin recibir asistencia médica. Sicarios castristas se lo llevaron pesando 180 libras y hoy pesa 127 libras, acabado de almorzar”, detalló la hermana del líder de la UNPACU, José Daniel Ferrer, quien se encuentra en la misma prisión de Mar Verde desde su detención arbitraria del 11 de julio de 2021, el día de las históricas protestas que sacudieron pueblos y ciudades de Cuba.

Detención arbitraria y represión

González Vaillant se encontraba en régimen de prisión domiciliaria desde marzo de 2020 cuando fue detenido a comienzos de abril de 2022. Tras su “injusto, arbitrario y violento arresto”, miembros de la organización exigieron fe de vida de González Vaillant y su liberación inmediata.

A mediados de enero de 2021, el propio José Daniel Ferrer compartió un vídeo del momento en que detenían a González Vaillant, cuando llegaba con sal para la comida que cocinaban en la sede de la UNPACU para ancianos en extrema pobreza y enfermos.

Días antes, Ferrer había sido arrestado con violencia mientras esperaba en la esquina de su vivienda a los activistas González Vaillant y Roilán Zárraga Ferrer, quienes habían ido a comprar los alimentos para el almuerzo que la UNPACU ofrecía a personas necesitadas.

Los miembros de la Unión Patriótica de Cuba, y en especial su líder, han sido víctimas de la más cruel y perversa represión de la Seguridad del Estado del régimen totalitario cubano. Su labor de denuncia, sus reclamos de libertad y a favor de los derechos humanos, y su acción solidaria hacia grupos vulnerables de su comunidad han desatado una feroz persecución por parte de los represores del régimen.

Denuncias de tortura

A finales de marzo de 2022, la organización Prisoners Defenders denunció en la ONU las formas de tortura a las que habían sido sometidos más de 100 presos políticos en Cuba.

Tras realizar entrevistas, cuestionarios abiertos y cerrados, y aplicar otras metodologías de investigación en una muestra de 101 prisioneros políticos y familiares, la organización identificó “15 patrones de tortura en Cuba”.

La “privación de la atención médica entre los presos políticos”, los “trabajos y tareas forzados no propios de su condición de procesado o condena penal” o los “patrones posturales altamente incómodos, dañinos, degradantes y prolongados”, la “privación de líquidos y/o alimentos”, la “privación intencional del sueño”, la “privación de la comunicación con familia, defensa y allegados”, o las “amenazas para ellos, su integridad, su seguridad y la de sus seres queridos”, se incluyeron entre las prácticas degradantes y humillantes empleadas por el régimen cubano contra sus presos políticos.