Bricella Hernández, una paciente de oncología de Santiago de Cuba, denunció este sábado en redes sociales la ineficiencia de los responsables de los servicios públicos en esa ciudad.
Hernández, quien ha pasado por 25 cirugías, una cistostomía y sufre de incontinencia urinaria, además de múltiples patologías, expresó en Facebook su frustración por la falta de respuesta de los encargados del suministro de agua.
“¿Hasta cuándo vamos a tener directivos que no hacen su función correctamente? Llevo más de una semana esperando una pipa de agua y hasta hoy nada”, declaró la santiaguera.
Aseguró que ha intentado contactar al encargado, el compañero Joel, en numerosas ocasiones, pero no ha recibido respuesta alguna a sus llamadas ni mensajes.
“Espero que por esta vía llegue a este ejecutivo que no merece dicho cargo. Solo espero que le llegue mi mensaje: necesitamos dirigentes que respondan a las necesidades del pueblo”, añadió.
La activista, quien en Santiago de Cuba realiza una labor humanitaria recolectando y entregando ayuda a las personas de escasos recursos económicos, destacó que sus papeles están en orden en el acueducto y que su caso es bien conocido por las autoridades, quienes parecen jugar con su situación.
“Joel no merece el cargo si no responde al pueblo y, para colmo, apaga el móvil. ¿Hasta cuándo?”, cuestionó.
Según Hernández, su solicitud ha sido manejada por varios funcionarios del acueducto y la delegada, y cuenta con pruebas de sobra, además de múltiples llamadas y mensajes que respaldan su caso.
La crisis del agua en Santiago de Cuba
La denuncia de Hernández pone de manifiesto la desesperación y el sufrimiento de aquellos que dependen de servicios esenciales y que, debido a la ineficiencia de los directivos, ven comprometida su calidad de vida y su salud.
Recientemente, una de las dos conductoras que conecta los embalses del sistema noroeste con la planta potabilizadora Quintero, en la ciudad de Santiago de Cuba, sufrió una rotura, dejando sin servicio de abasto de agua al 80 por ciento de la urbe.
En mayo último, los residentes de la barriada Los Pinos, en Santiago de Cuba, denunciaron más de 20 días sin servicio de agua potable, señalando la persistente crisis que el régimen aún no ha resuelto.
Esta crisis con el abasto del agua empujó a las personas a soluciones extremas, como recoger el preciado líquido directamente de un salidero callejero, comprometiendo su calidad e inocuidad, poniendo en riesgo la vida.