El cementerio provincial de Sancti Spíritus está en un estado de abandono total, con tumbas abiertas o destruidas y rodeado de maleza. La situación no ha mejorado ni siquiera porque la provincia es sede de las celebraciones por el 26 de julio, una distinción que se otorga al territorio con "mejores resultados" en el año, denunció en Facebook la internauta Adis Menese, residente en la localidad. 🪦
Desde enero del año pasado, los habitantes de Sancti Spíritus han venido denunciando que el gobierno tiene abandonados los cementerios de la provincia. En la lista de problemas destacan el deterioro de las tumbas y bóvedas, el robo de objetos fúnebres y flores, el enyerbamiento de las áreas, la presencia de restos de féretros, la acumulación de basura y la escasez de cemento para cerrar los nichos debidamente.
Problemas en varios cementerios
Los cementerios donde se reportaron más denuncias fueron los de la cabecera provincial, Jatibonico, Banao y Guayos. El cementerio de la ciudad de Sancti Spíritus, ubicado en la zona conocida como Kilo 12, presenta una imagen desagradable por el deterioro de los panteones, la falta de pintura y la suciedad.
El gobierno alega que carece de los recursos necesarios para cumplir bien sus funciones. Victoria Fernández, administradora del cementerio de Kilo 12, afirmó que además de los escasos recursos, no tienen la mano de obra necesaria para realizar todas las labores que se requieren en la instalación.
La población denuncia que estos problemas en los cementerios no son nuevos, existen desde hace varios años y no solo en Sancti Spíritus sino en todas las provincias del país. Los comentarios al post de Menese afirman que "Así está Cuba entera", "Si no les interesan los vivos, ¿qué podemos esperar para los muertos?" y "Todos los cementerios del país están igualitos".
Una internauta expresó su tristeza diciendo: "Muy triste, yo fui a la tumba de mis padres y para mi gran sorpresa y dolor se habían robado la cajita de cemento donde tenía los restos de mi madre. Le pagué a un compañero que trabaja ahí para que me los recogiera y me los pusiera en un saco, hasta que yo comprara otra para volverlos a guardar. En este país ni a los muertos respetan".