El presidente estadounidense Joe Biden estaría considerando seriamente la posibilidad de abandonar su candidatura a la reelección, según fuentes allegadas al mandatario. Personas cercanas a Biden han señalado que este ha comenzado a aceptar la posibilidad de que no pueda ganar en noviembre y que quizás deba retirarse de la carrera, cediendo a las crecientes presiones de miembros de su partido que permanecen ansiosos desde el debate frente a Donald Trump en junio pasado.
A pesar de estos indicios, una persona familiarizada con el pensamiento del presidente advirtió que Biden aún no ha tomado una decisión definitiva después de tres semanas insistiendo en que casi nada lo haría desistir. Su equipo de campaña tampoco ha hecho movimientos que indiquen cambios en la boleta. Otro allegado afirmó que "la realidad está imponiéndose" y que no sería una sorpresa si el presidente –quien se recupera del Covid-19 en su casa de descanso en Delaware– anunciara pronto su apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris como su reemplazo.
Presiones y obstáculos en la carrera de Biden
The New York Times señala, sin embargo, que tres sucesos recientes han debilitado la determinación de Biden para seguir en la carrera: la decisión de la representante Nancy Pelosi de intervenir fuertemente, nuevas encuestas estatales que muestran que su camino hacia la victoria en el Colegio Electoral es cada vez más remoto y el boicot de donantes clave del partido.
Las discusiones entre los asesores de Biden han avanzado al punto de considerar el mejor momento y otros detalles para un posible anuncio de retiro, expresa el rotativo. El miércoles por la noche, tras llegar a Delaware, Biden afirmó sentirse bien pese a estar en aislamiento por un diagnóstico de Covid-19. Mientras tanto, su equipo de campaña continuó sus actividades, con la vicepresidenta Kamala Harris participando en un mitin en Carolina del Norte para promover la reelección de Biden.
El portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, rechazó la noción de que Biden pudiera ceder su lugar a Harris u otro demócrata, reafirmando que el presidente sigue decidido a ganar la reelección. Sin embargo, solo 23 miembros demócratas del Congreso han pedido públicamente que Biden se retire, aunque muchos más lo han hecho en privado, reflejando la creciente impaciencia dentro del partido.
La situación ha generado un clima sombrío tanto en la Casa Blanca como en la sede de campaña de Biden en Wilmington, Delaware. Joe Scarborough, presentador de "Morning Joe" en MSNBC y uno de los mayores apoyos de Biden, prácticamente pidió que el presidente abandonara la carrera, citando encuestas desfavorables y advertencias de donantes sobre la falta de apoyo financiero.
El estado de Virginia, que no ha respaldado a un republicano para presidente en dos décadas, también ha sido motivo de preocupación para el equipo de Biden. Según un alto funcionario de la campaña, la salida de Biden de la carrera se siente cada vez más inevitable, y las conversaciones sobre este tema, que eran tabú hasta hace pocos días, ahora son más comunes.
Quentin Fulks, subdirector de campaña de Biden, negó que el presidente esté considerando más seriamente abandonar la carrera, afirmando que la campaña no está trabajando en ningún escenario donde Biden no esté en la cima de la boleta. A pesar de ello, la campaña ha estado probando encuestas cara a cara entre Harris y Trump, según se informó la semana pasada.
El expresidente Barack Obama, un fiel defensor de Biden, afirmó el pasado jueves que el mandatario debe considerar seriamente su candidatura a las próximas elecciones ya que el camino hacia una victoria demócrata se ha reducido enormemente. Según el Washington Post, el exmandatario ha dicho a sus aliados que le preocupa que las encuestas se estén alejando de Biden mientras que la trayectoria electoral de Trump se esté ampliando, y que los donantes estén abandonando al presidente.
Obama, en su rol de asesor, dijo que su preocupación es proteger a Biden y su legado, y concluyó con que el futuro de la candidatura debe decidirlo únicamente él.