La cubana Yunia Esther Peña, residente en Mallorca, España, lleva días intentando resolver la delicada situación en la que se encuentra su hermana y sus sobrinas, atrapadas sin medios de subsistencia y sin agua en la frontera entre Lituania y Bielorrusia. Un visado que asegura resultó ser una estafa las ha dejado sin recursos y sin poder avanzar, según reveló en declaraciones a la prensa mallorquina la cubana, quien es propietaria del restaurante Siurell, en el Port de Pollença.
"Mi familia se muere en el monte", exclamó con impotencia al ver cómo el conflicto político entre los dos países ha dejado en un limbo administrativo a sus seres queridos, quienes habían viajado en un paquete turístico desde Cuba hasta Rusia que se convirtió en una pesadilla. "A mi familia le vendieron un paquete turístico para visitar Rusia y los tenían que recoger en la frontera de Bielorrusia para entrar en Lituania. No se presentó nadie y decidieron cruzar por su propio pie, pero al llegar al paso fronterizo les dijeron que no podían entrar y, al dar media vuelta, les advirtieron con tiros al aire de que no podían regresar", relató Peña desde Vilna, capital de Lituania.
Situación desesperada en la frontera
"Al cuarto día de no encontrar una solución, me avisaron. Llevan casi una semana en medio de un conflicto político entre países. Se les ha acabado el agua y la comida que llevaban y me pasan puntualmente la ubicación porque temen que les pueda suceder algo", añadió.
La empresaria cubana, que llegó el martes por la noche a la capital de Lituania, intentó acercarse al punto en el que se encontraba su familia en el paso fronterizo de Medininkai con un coche de alquiler. Sin embargo, la policía la interceptó y le advirtió que cualquier intento de acercarse a un radio de cinco kilómetros podría tener consecuencias penales inmediatas.
"Ni en taxi ni en autobús tengo opciones de cruzar hasta Bielorrusia en busca de soluciones", explica con frustración. "No los dejan ir ni a un lado ni a otro y tenemos miedo por todo lo que nos cuentan que sucede en esa frontera", recalca mientras prolonga su estancia en Vilna a la espera de noticias de la embajada.
Peña teme que la espera se prolongue en una zona donde la seguridad de su hermana y sus sobrinos, entre los que está una menor de edad, está seriamente comprometida. Por ahora, solo dispone de puntuales actualizaciones de su ubicación para saber dónde están y cerciorarse de que siguen vivos.
Cubanos atrapados entre Lituania y Bielorrusia
La familia de Yunia Esther Peña no es el único caso de cubanos atrapados en la frontera entre Lituania y Bielorrusia. En mayo, un grupo de siete migrantes cubanos, entre ellos una mujer embarazada y una niña, que estaban varados en la frontera entre Lituania y Bielorrusia, decidieron parar el tráfico en el puesto fronterizo como negativa a una deportación. Así lo confirmó en esa oportunidad un medio local lituano que citó a un representante del servicio fronterizo.
En ese caso, los cubanos entraron al país europeo tras hacer un pedido de asilo político en el punto Medininkų, petición que las autoridades lituanas finalmente desestimaron, al considerar que los solicitantes no cumplían con las condiciones. Los cubanos, al no tener la exigencia de visado para Bielorrusia, aprovechan para viajar a ese país y desde allí realizan tránsitos arriesgados en virtud de alcanzar un estatus de asilado político o refugiado en cualquiera de los países cercanos. Hasta hace un año aproximadamente, la ruta se iniciaba en Serbia, un país que tampoco exigía visado a los cubanos, hasta que ese país decidió controlar el tráfico de personas en sus fronteras.
Alerta sobre un incremento de cubanos en una situación similar
Una publicación en Facebook este jueves de la internauta Alejandra Pino Díaz calificaba de "horrible" la situación de una cantidad creciente de cubanos en la frontera de Lituania. "Los coyotes, que los trasladan desde Moscú, están mintiendo, cobrándoles miles de euros para dejarlos en una situación demasiado insegura. Tengo una amiga voluntaria en la frontera lituana. Los reportes son desesperantes. Ahora mismo hay cinco cubanos, entre ellos una niña de 16 años, atrapados entre las balas de la policía de Bielorrusia y la patrulla de Lituania que no los deja pasar", precisó Pino Díaz, en referencia a cubanos entre los que deben estar incluidos los familiares de Yunia Esther Peña.
"Hace un par de días un bebé abandonado con sus padres en el bosque bajo la lluvia, encontrado grave, y dos mujeres torturadas, una de ellas violada. Ayúdenme a alertar", añadió la denunciante.
Un conflicto político que agrava la situación
El límite entre Lituania y Bielorrusia sirve como frontera exterior de la Unión Europea y la frontera oriental de la Comunidad de Estados Independientes. Meses atrás, el conflicto entre los dos países se elevó al cerrarse los pasos fronterizos de Lavoriškės y Raigardas para "reducir los riesgos asociados con el aumento de los flujos de tránsito a través de Lituania desde Bielorrusia y las actividades de los servicios de inteligencia y seguridad bielorrusos contra el Estado y los ciudadanos de Lituania".
Dos pasos fronterizos en Medininkai, donde intenta cruzar la familia de Yunia Esther Peña, y Šalčininkai, se mantuvieron abiertos con restricciones.