Un alto diplomático norcoreano que se desempeñaba como responsable de asuntos políticos en la Embajada de Corea del Norte en La Habana escapó hacia Corea del Sur desde la isla en compañía de su esposa y de su hijo.
Aunque la huida tuvo lugar a inicios de noviembre del pasado año, el hecho no ha sido dado a conocer hasta ahora, cuando Ri Il-gyu, el protagonista de la peligrosa fuga, concedió una entrevista al periódico surcoreano Chosun Ilbo. En la entrevista, el exconsejero de 52 años confirmó que voló fuera de Cuba con su familia, pero no dio más detalles sobre cómo logró el escape de alto riesgo.
Motivos de la deserción
Interrogado sobre los motivos que lo llevaron a contemplar la deserción como una salida, el exdiplomático dijo que fueron varios los factores, entre ellos la injusta evaluación de sus esfuerzos.
“En agosto de 2019, cuando fui a Pyongyang para abrir un restaurante norcoreano en Cuba, el subdirector de la oficina de representación del Ministerio de Asuntos Exteriores me exigió un soborno significativo. Como no tenía fondos, aplacé el soborno y dije ‘lo discutiremos más tarde’, lo que provocó resentimiento e intentos de destituirme. Después de eso, continuamente me dieron duras evaluaciones de mi trabajo”, explicó el exdiplomático.
Ri Il-gyu añadió que a ello se sumó que en 2023 pidió permiso para ir a México a recibir un tratamiento que en Cuba no era posible tener, y que le fue negado.
“El año pasado, cuando sufría daños en los nervios debido a una lesión en la columna cervical, solicité permiso al Ministerio para ir a México a recibir tratamiento, ya que Cuba carece de equipo médico debido a las sanciones. Menos de 24 horas después, mi solicitud fue denegada. Me enfureció y me convencí de que mi decisión de abandonar Corea del Norte era correcta”, añadió.
El exdiplomático cuenta que fue a mediados del pasado año que consideró “seriamente la posibilidad de desertar”. Dice que perdió 7 kilogramos en tres meses de puro estrés.
Finalmente, seis horas antes de la fuga -llevada a cabo en noviembre- le dijo a su esposa y a su hijo que cambiarían de país.
Un escape lleno de misterio
A la pregunta sobre cómo subió en un avión si Corea del Norte no permite el acceso directo de sus funcionarios a sus pasaportes, el ex alto cargo declinó responder.
“Explicar los detalles permitiría a las autoridades norcoreanas bloquear preventivamente esos métodos, lo que podría perjudicar a quienes deseen desertar después de mí. La hora que esperé en la puerta del aeropuerto me pareció años. Por primera vez, recé fervientemente para que Dios protegiera a mi familia y comprendí por qué la gente cree en la religión”, concluyó Ri Il-gyu, que no implicó a ninguna entidad cubana en la fuga, aunque cuesta creer que no hubiera cubanos implicados en su asombrosa huida.
Ri Il-gyu se ha convertido en el diplomático norcoreano de mayor rango en escapar al Sur desde 2016.
Consecuencias diplomáticas
Entre las funciones de Ri en la embajada estaba la de impedir que Corea del Sur y Cuba establecieran relaciones diplomáticas. Curiosamente, apenas un par de meses después, en febrero de este año, la nación surcoreana y el gobierno cubano restablecieron relaciones diplomáticas y en estos momentos se encuentran en vías de abrir embajadas en ambas naciones. Corea del Norte mantiene una embajada en Cuba, aunque su embajador regresó a su país en marzo.
En la entrevista, llevada a cabo en un hotel de Seúl este 14 de julio, el exdiplomático norcoreano no perdió la oportunidad de criticar la “política de dos Estados contra la reunificación” de Kim Jong-un como “un acto que borra el alma de la nación”.
El año pasado, 196 desertores norcoreanos llegaron a Seúl, frente a los 2,700 de hace una década, según datos del gobierno surcoreano citados por agencia de prensa.
Los detalles sobre las deserciones de los norcoreanos a menudo tardan meses en salir a la luz pues deben ser autorizados por las autoridades y pasar por un curso de educación sobre la sociedad y los sistemas de Corea del Sur.
Ri ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte en 1999 y llegó a recibir elogios del líder norcoreano Kim Jong-un por negociar exitosamente con Panamá para levantar la detención de un barco norcoreano atrapado transportando armas desde Cuba en 2013.
La última deserción de alto perfil conocida hacia el Sur fue la de Tae Yong-ho, exembajador adjunto de Corea del Norte en el Reino Unido, en 2016.