La muerte este fin de semana en La Habana de “Paloma Dietrich”, una conocida y querida transformista cubana con más de 35 años de carrera artística, ha dejado una estela de dolor y conmoción entre sus amigos y allegados.
Dietrich, conocida como “La Emperatriz” y también como “La Gran Señora”, falleció como consecuencia de un padecimiento renal que no pudo superar.
Una publicación en Facebook de Amed Corzo Amorós el pasado 9 de julio pedía ayuda para Paloma. No se solicitaba ayuda económica, sino asistencia médica. Una publicación al día siguiente, el 10 de julio, agradecía la preocupación de los amigos y seguidores de Paloma y precisaba que había sido ingresada en un hospital de La Habana. Sin embargo, es un hecho que Paloma Dietrich, que se ganó durante más de tres décadas el cariño y el respeto del gremio del transformismo en Cuba, no pudo superar su enfermedad.
Despedida con amor y admiración
La querida transformista fue velada por sus allegados en la funeraria de Calzada y K, en El Vedado habanero. En las últimas horas, numerosas publicaciones en redes sociales dan cuenta del cariño y de la admiración que Paloma despertaba a su paso.
“Hoy falleció en La Habana, una de las Grandes Divas del Transformismo Cubano, Paloma Dietrich. Con ella tuve el honor de compartir palabras y poder entrevistarla en el año 2016. También disfrutar a plenitud de su arte, que dejaba a muchos con la boca abierta cuando veías a ‘la Gran Señora’, como le puse en ese momento de nuestro encuentro”, escribió en redes sociales el periodista Yosmany Mayeta Labrada. “Hoy lloro su partida a la inmortalidad, pero todos los que te queremos te vamos a recordar como lo que eres, ‘la Gran Señora del Transformismo Cubano’”, añadió el popular comunicador santiaguero.
“Te voy a recordar siempre así. Mira que la vida nos juega malas pasadas. Nunca imaginé que fuera a suceder esto. Sabes cuánto te quiero y me duele en lo profundo no volver a verte. Por eso me quedo con estos recuerdos de tantos momentos de alegría. Me quedo con tus enseñanzas, con tus locuras y ocurrencias”, escribió el internauta identificado en redes como "Julio Ong", residente fuera del país. “Con un nudo en la garganta y el corazón roto te doy tu último adiós, mi amiga, mi hermana, mi madre. Aunque estoy lejos, estuve presente en todo momento. Me duele no poder volver a verte y gozar de tus locuras. Te voy a extrañar mucho, mi Paloma Dietrich”, se despedía desde la distancia Julio Ong en otra emotiva publicación.
“La pérdida de un ser querido nos sumerge en un torrente de emociones, donde el dolor y la añoranza se entrelazan con los recuerdos más preciados. En estos momentos difíciles, las palabras se convierten en un bálsamo que abraza el corazón, ofreciendo consuelo y fortaleza a quienes transitan el camino del duelo”, escribió en Facebook desde Estados Unidos Concha La Cubanísima Aranxtha del Sol. “Aunque ya no estés físicamente, tu legado perdurará en nuestras vidas. Tu ausencia física no apaga el brillo de tu alma en nuestros corazones. En la memoria perdura el eco de tu risa y la calidez de tu abrazo", añadió.
Realmente es abrumadora la lista de mensajes de despedida y de admiración que en las últimas horas ha dejado en redes la desaparición física de Paloma Dietrich.
“Yo le diría a todas las personas que nosotros somos seres humanos, con o sin defecto, que para mí no es un defecto. Yo soy un ser humano y tengo sentimientos, soy de carne y hueso. No soy un muñeco. Me gusta que me traten como lo que soy, como una persona”, apuntaba Paloma en una entrevista que un sentido homenaje audiovisual ha recuperado a raíz de su muerte. “Me gustaría ser una artista que me reconociera la gente, que supieran quién soy yo, que yo existo, lo que yo hago, saber que gusta mi trabajo. Para mí ese es el sueño más anhelado de mi vida”, añadía una jovencísima Paloma y, a la luz de los muchos que hoy la recuerdan en su muerte, está claro que su sueño se cumplió.