Leo Paradizo, periodista del canal argentino privado de televisión TN, fue desalojado junto a su camarógrafo, Diego Spairani, mientras transmitían en vivo los incidentes que precedieron a la final de la Copa América entre Argentina y Colombia este domingo en el Hard Rock Stadium de Miami.
Todo sucedió pocos minutos antes del inicio del encuentro, cuando la Conmebol decidió cerrar todos los accesos al estadio y dar luz verde para que las dos selecciones salieran al terreno de juego. En ese momento, un guardia de seguridad se acercó y empujó a Paradizo, quien estaba entrevistando desde dentro a quienes se encontraban al otro lado de la reja, muchos de ellos con entrada.
El periodista accedió y se ubicó en otra posición para intentar hablar con más fanáticos que se quedaban afuera de la gran final. Sin embargo, de un momento a otro uno de los accesos se abrió y un grupo de hinchas colombianos y argentinos irrumpieron. La policía de Miami intentó controlar la entrada de aficionados que, con entrada o sin ella, ingresaban frente a las cámaras de televisión.
Momentos de tensión y empujones
De repente un grupo de policías mujeres empujó y arrinconó al periodista argentino contra una esquina, mientras otros agentes tapaban las imágenes que seguía transmitiendo en directo. “¿Por qué nos sacan? Estamos trabajando”, repetía Paradizo mientras era forzado a retirarse. A los pocos segundos la señal se cortó. Algunas de las personas fueron detenidas, arrojadas al suelo y reducidas con la utilización de pistolas Taser.
“Fue un momento, ya para contar y tranquilizar, que estamos bien. Siempre estuvimos bien. Entendemos cuál es el límite donde nuestra integridad física está en riesgo, y ese límite lo supimos ver para no pasar a mayores”, dijo minutos después Leo Paradizo, quien criticó la forma en que fueron expulsados del estadio a pesar de estar acreditados.
“A nosotros nos echaron, pero no le faltamos el respeto a nadie. Estábamos del lado de la gente, mostrando lo que pasaba, y recibimos agresión física de aquellos que controlaban el acceso. Nos sacaron de muy mala manera. Desacato a la autoridad no era. De la manera en la que nos sacaron, como si fuéramos delincuentes, no. Estábamos haciendo periodismo, nuestro trabajo, mostrando qué estaba ocurriendo”, concluyó.