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Sacerdote de Camagüey exhorta a familiares de presos políticos: "¡No sientan vergüenza de ellos!"

viernes, 12 de julio de 2024 por Roberto Menéndez

Sacerdote de Camagüey exhorta a familiares de presos políticos: "¡No sientan vergüenza de ellos!"
Sacerdote cubano Alberto Reyes - Imagen de © Alberto Reyes / Facebook

El sacerdote Alberto Reyes, párroco de Camagüey, ha enviado un contundente mensaje a los familiares de los presos políticos en Cuba, urgiéndolos a no sentir vergüenza de sus seres queridos encarcelados.

Mensaje de esperanza y resistencia

A tres años de las protestas del 11 de julio, Reyes, conocido por su crítica al régimen, recordó la dureza de la cárcel y cómo los presos se cuestionan si su lucha por la libertad valió la pena. En un emotivo texto en su muro de Facebook, el sacerdote subrayó la importancia de que los familiares, aunque sientan dolor, agradezcan y se muestren orgullosos de ellos. Una actitud contraria sería "triste y demoledora".

El padre Reyes reza constantemente para que los malos tratos no apaguen la sonrisa ni la esperanza de los presos, ya que la verdadera victoria del régimen sería llenar sus corazones de odio y resentimiento. Días antes, les aconsejó rezar a Dios y expresar su dolor, rabia y miedo, pero sobre todo, pedir por la luz de sus almas para que el tiempo en prisión no los corrompa.

Reyes compartió una inspiradora historia de persecución cristiana para animar a los familiares de los presos políticos. En ella, un militar romano convertido al cristianismo junto a su familia es detenido y enfrenta la amenaza de ejecución de su hijo si no renuncia a su fe. El hijo, en lugar de ceder, le pide a su padre: "¡Papá, no me avergüences!". Esta historia resalta la importancia de mantenerse firmes y orgullosos frente a la adversidad.

Ser un preso político es una lucha constante entre la vida y la muerte. Cada día mueren al sol, a la libertad de sus pasos y a los abrazos de sus seres queridos. Pero cada día también tienen la oportunidad de renacer en la esperanza y en el orgullo de haber hecho lo correcto. Renacer no es fácil, especialmente en una cárcel cubana que busca quebrantar la voluntad de los presos mientras los días pasan lentamente y la libertad parece lejana.

Para aquellos que están presos, es crucial escuchar de sus familiares, una y otra vez: "¡Gracias por lo que hiciste, por pedir a gritos la libertad para tu pueblo!". Es fundamental que sientan el orgullo de sus seres queridos, ya que lo contrario sería devastador. Ser tratados con lástima podría hacerles sentir como idealistas tontos o irresponsables, pidiéndoles que se porten bien hasta salir de la cárcel y aprender a estar callados o a intentar salir del país.

Defender la libertad de una nación implica desafiar al poder y siempre tendrá un costo. Necesitamos padres, madres, hijos, esposos y esposas que digan a sus familiares presos: "No puedes elegir el destino de tus pasos, pero puedes levantar la cabeza. Sigue mirando de frente y no me avergüences". Y necesitamos que aquellos en prisión sean capaces de decir a los suyos: "Siente el dolor, pero no me pidas que me rinda, no me pidas que abandone. Llora si quieres, pero no me avergüences".