Dos personas resultaron heridas por balas perdidas durante las celebraciones del Día de la Independencia en el sur de Florida este 4 de julio.
Incidentes en medio de fuegos artificiales
Los incidentes, cuyas víctimas fueron una mujer y un adolescente, ocurrieron mientras se celebraban los espectáculos de fuegos artificiales en el noroeste de Miami y en Homestead, informó Telemundo 51.
Un adolescente de 13 años resultó herido por una bala perdida alrededor de las 11:18 p.m. en un área del noroeste de Miami, cerca de la cuadra 1400 en la calle NW 72. El menor fue llevado al hospital en condición estable, según informó la policía de Miami-Dade.
El otro caso es el de una mujer que fue ingresada en el hospital de Homestead aproximadamente a las 10:00 p.m. con una herida de bala en el hombro. La víctima fue alcanzada por el proyectil mientras observaba los fuegos artificiales en el área de la avenida NW 9 y la calle NW 4.
Investigación en curso
La investigación preliminar indica que fue herida por una bala perdida. Hasta el momento, no se dispone de información sobre el responsable del disparo, señaló el medio de prensa.
Debido a la gravedad de sus heridas, la víctima fue trasladada por aire al hospital Jackson South y permanece en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El Departamento de Policía de Homestead ha instado al público a seguir las pautas de seguridad durante las celebraciones que involucren fuegos artificiales u otras actividades con disparos.
"Recuerde que los disparos de celebración son ilegales y peligrosos. Las balas disparadas al aire pueden regresar al suelo a altas velocidades y representar un grave riesgo para la seguridad pública", recordó la policía.
Cualquier persona con información sobre este incidente puede comunicarse con el Departamento de Policía de Homestead al 305-247-1535.
Según el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), las balas que se disparan al aire pueden ascender hasta dos millas para luego descender a un ratio de entre 300 y 700 pies por segundo, velocidad más que suficiente para matar a alguien. Lo peor, es que no se sabe dónde van a caer.