Más de 220 personas, incluyendo figuras destacadas como el músico argentino Fito Páez y el escritor cubano Leonardo Padura, firmaron una carta denunciando la violencia policial ejercida contra la profesora Alina Bárbara López Hernández y la antropóloga Jenny Pantoja. Ambas intelectuales, codirectoras de CubaXCuba - Laboratorio de Pensamiento Cívico, fueron víctimas de una agresión policial mientras viajaban de Matanzas a La Habana el pasado 18 de abril, producto de la cual López Hernández sufrió lesiones.
Los firmantes sostuvieron que "el uso de la fuerza, la criminalización del disenso y el encarcelamiento no resuelven nuestros verdaderos problemas. Todas las cubanas y cubanos tenemos derecho a proponer nuestras ideas para salir de esta crisis". Asimismo, se solidarizaron con los numerosos cubanos procesados y encarcelados recientemente por ejercer derechos constitucionales como la libertad de expresión y la manifestación pacífica.
La misiva resalta la responsabilidad de los artistas e intelectuales cubanos en este contexto, subrayando que la cultura es el ámbito donde se deben abordar y resolver los problemas sociales. Entre los firmantes se encuentran músicos, escritores, actores, periodistas, ensayistas, curadores de arte, cineastas, sociólogos, médicos, ingenieros, creadores digitales, profesores, activistas sociales, familiares de presos políticos y jubilados, tanto cubanos como extranjeros, lo cual evidencia el carácter cívico de la denuncia, más allá de posturas ideológicas.
Inicialmente, la denuncia fue suscrita por nueve personalidades del cine cubano, incluidos los realizadores Fernando Pérez y Ernesto Daranas, y el actor Luis Alberto García Novoa. A ellos se unieron, además de Páez y Padura, otras personalidades como los actores Héctor Noas y Jorge Molina, el Premio Nacional de Artes Plásticas Lázaro Saavedra y los escritores Amilkar Feria Flores y Carlos Manuel Álvarez.
La carta concluye enfatizando que "no necesitamos héroes, necesitamos del espacio cívico al que tiene derecho cada ciudadano cubano", reflejando un llamado urgente a la protección de los derechos civiles y la libertad de expresión en Cuba.
El "affaire" Alina y la reacción de la sociedad civil cubana
El pasado 18 de abril, la académica y activista cubana Alina Bárbara López Hernández fue detenida arbitrariamente cuando se dirigía de Matanzas hacia La Habana. Una breve publicación en el perfil de Facebook de la destacada profesora, aparentemente escrita por su hija Cecilia Borroto López, informó que "mi mamá fue detenida en el punto de control de Bacunayagua".
De inmediato, y como viene sucediendo desde hace años con los escritores e intelectuales vinculados al sector disidente de la publicación La Joven Cuba, varios activistas y familiares de presos políticos denunciaron lo que consideraron un atropello contra López Hernández y exigieron su liberación.
La académica, radicada en Matanzas, fue llevada a juicio en noviembre del pasado año por el presunto delito de “desobediencia”, luego de que en abril de 2023 saliera con un cartel al parque central de esa ciudad para exigir la liberación del escritor y periodista Jorge Fernández Era. Tras el juicio, López Hernández fue considerada culpable, y sancionada por el Tribunal Municipal de Matanzas a pagar una multa.
Tras el revuelo causado por su detención, la Seguridad del Estado reveló imágenes del arresto de López Hernández, en un intento por desacreditar a la destacada académica cubana. El perfil en Facebook "Atenea Matancera", vinculado al Ministerio del Interior (MININT), publicó un video donde mostraron a López Hernández dentro de una patrulla de la policía golpeando la puerta en señal de protesta y exigiendo a los agentes acabar de llevarla a la estación.
Poco después, la académica presentó una denuncia formal en el Tribunal Militar de Matanzas en contra de los policías y los agentes de la Seguridad del Estado que la detuvieron arbitrariamente y le ocasionaron lesiones. La académica de 58 años aseguró que “como víctima, puedo ser parte en el proceso y nombrar abogado, lo cual haré”.
"Me diagnosticaron una luxación humeral derecha (esguince del hombro derecho) que me inmovilizaron con cabestrillo y una subluxación en el pulgar de la mano izquierda, el cual me inmovilizaron con yeso por 21 días", reveló. "Me extendieron un certificado médico por 30 días. Todo ello resultado de la brutalidad policial que en el día de ayer se ejerció sobre mí".
En otro post, la profesora ofreció detalles de la violencia que ejercieron sobre ella las policías cuando rehusó a entrar a la patrulla sin un motivo razonable, y recalcó que jamás, en ninguna circunstancia en que sea agredida físicamente, dejará de defenderse.
"Yo pedía una explicación sobre las razones de la detención y las oficiales me empujaron, me golpearon en la cabeza y los brazos para lograr meterme en el carro; incluso, una de ellas (que era la más grosera y me dijo varias veces: '¡cállate ya mija¡') aprovechó cuando habían logrado meterme en el carro y estaba inmovilizada para darme una bofetada. Estaba muy molesta, y lo dijo varias veces, porque en el forcejeo se había caído al suelo su celular", relató Alina.
"Respondí a cada golpe en la medida en que pude, que creo fue una gran medida, no obstante ellas eran tres. Tengo moretones evidentes y el hombro derecho en muy malas condiciones porque dos de las agentes me torcieron el brazo hacia atrás con toda su fuerza cuando me tenían acostada e inmovilizada en el asiento trasero. Su propósito: arrebatarme la cartera para sustraer el teléfono que llevaba", añadió.