Un nuevo informe ha evidenciado este martes el crecimiento de las estaciones de espionaje electrónico en Cuba vinculadas a China, incluyendo nueva construcción a unas 70 millas de la base naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo.
Este estudio del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un grupo de expertos con sede en Washington, dio seguimiento a un reporte del Wall Street Journal el año pasado que señaló negociaciones entre China y Cuba para estrechar lazos en defensa e inteligencia, incluyendo una nueva instalación conjunta de entrenamiento militar y espionaje en la isla.
Imágenes satelitales e información de fuentes abiertas evaluadas por el CSIS ofrecen una visión sin precedentes de cuatro sitios activos en Cuba capaces de llevar a cabo operaciones de vigilancia electrónica.
El poder del SIGINT
La inteligencia de señales (SIGINT) es un elemento central del espionaje moderno e interceptar señales transmitidas tanto por actores civiles como militares puede proporcionar a los países información valiosa sobre sus adversarios, competidores y aliados por igual.
El centro de estudios explica que recoger SIGINT es una tarea compleja que requiere equipos especializados, es decir, antenas, optimizadas para las características de señal de sus objetivos; pues el tamaño, número, orientación y disposición de estas antenas determinan sus capacidades y funciones.
Dice que para SIGINT también se utilizan las antenas parabólicas, que pueden enfocar ondas de radio en un haz estrecho, lo que las hace efectivas para comunicarse con satélites distantes de la Tierra, así como para interceptar y recopilar señales de diversas fuentes. Las antenas de radar emiten y reciben ondas de radio para rastrear objetos físicos, como barcos, aviones y misiles, detalla.
Aunque el régimen cubano negó la existencia de bases de espionaje chinas, este estudio evidencia las ambiciones de la nación asiática de expandir sus capacidades de recopilación de inteligencia global, que la han llevado a establecer una presencia cercana a Estados Unidos.
En 2023, funcionarios de la administración de Joe Biden revelaron que China tiene acceso a múltiples instalaciones de espionaje en Cuba. Aunque las actividades chinas en la isla permanecen en secreto, las imágenes satelitales analizadas por el CSIS proporcionan la evaluación más completa de los lugares donde China probablemente está operando.
Ubicaciones de las bases de espionaje en Cuba según el estudio de CSIS
1. Bejucal: Ubicada en las colinas cerca de La Habana, esta instalación SIGINT cubana es la más grande revisada por el CSIS. Conocida por albergar armas nucleares soviéticas durante la Crisis de los Misiles en 1962, Bejucal ha sido sospechosa de tener vínculos con la inteligencia china. Las imágenes satelitales de marzo de 2024 muestran importantes actualizaciones, incluyendo la construcción de un nuevo radomo que podría contener un sistema de radar o ELINT.
2. El Salao: En el este de Santiago de Cuba, este nuevo complejo SIGINT no había sido reportado anteriormente. Iniciado en 2021, el sitio parece ser una gran CDAA con un diámetro de 130 a 200 metros, capaz de mejorar la vigilancia aérea y marítima en la región.
3. Wajay: A menos de 10 kilómetros al norte de Bejucal, esta instalación más pequeña cuenta con 12 antenas de diversos tamaños y orientaciones, y se cree que es utilizada para interceptación y transmisión de señales terrestres. Rumores no confirmados sugieren que China jugó un papel en su construcción o modernización.
4. Calabazar: Este pequeño complejo militar cerca de Calabazar, documentado en archivos desclasificados del gobierno de EE.UU., muestra características típicas de operaciones SIGINT, con más de una docena de antenas parabólicas y de poste. Su evolución sugiere un ajuste continuo a las misiones asignadas.
El informe actual recuerda también el histórico Complejo de Inteligencia de Señales de Lourdes, operado por la Unión Soviética durante la Guerra Fría, es otro sitio emblemático de espionaje en Cuba.
La proximidad de Cuba al sur de Estados Unidos y el Caribe la convierte en un lugar privilegiado para la recopilación de SIGINT, permitiendo a China una ventana de inteligencia significativa inaccesible desde su territorio.
La vigilancia de las actividades militares y las comunicaciones en la región podría proporcionar valiosos datos a China sobre las prácticas militares estadounidenses, incluso cuando las comunicaciones modernas están altamente cifradas.