Un contenedor de ayuda humanitaria enviado a la Iglesia Evangélica de Cuba “En Jesucristo Libres” por la organización cristiana International Aid Trust, con sede en Londres, Inglaterra, fue confiscado por el régimen cubano, alegando irregularidades, según un informe del medio independiente CubaNet.
El contenedor, decomisado por el Departamento de Atención a Instituciones Religiosas y Asociaciones Fraternales, contenía un generador de electricidad, 15 máquinas de coser Singer, tres cortadoras de grama eléctrica, alimentos, ropas y zapatos, equipos electrodomésticos, colchones, instrumentos de música (guitarras, ukeleles, violines, flautas, panderetas, teclados, baterías eléctricas, micrófonos alámbricos), juguetes, sillones de ruedas, muletas y andadores, según el reporte.
Justificación oficial y reacción internacional
Un funcionario de dicho departamento, llamado Ignacio Valdivia O’Farrill, aseguró en un audio dirigido a los directivos de la organización religiosa y al cual tuvo acceso CubaNet, que “el decomiso del contenedor es una decisión soberana del Estado cubano”. Valdivia O’Farrill alegó que existen ciertos procedimientos para la recepción de productos.
“Existe un procedimiento que está aprobado y que consiste en que las mercancías que entran al país se aceptan o no según la procedencia, las características y los objetivos. Cuando algunas de esas cosas no están acorde a lo aprobado, el Estado puede tomar la determinación [de decomisar], como fue en este caso”, agregó.
Según este funcionario, la donación, valorada en 6,552 dólares, incluyendo los gastos de envío, tuvo “muchas incongruencias en este procedimiento de importaciones por parte de los que realizaron los trámites”. Sin embargo, no especificó cuáles fueron esas supuestas incongruencias y reiteró la firmeza de la decisión del decomiso, la cual para ellos estaba justificada “con documentos o sin documentos”.
El envío, realizado en febrero pasado con donativos de religiosos del Reino Unido, llegó por el puerto de Mariel y allí permanece actualmente. Fuentes de la Iglesia receptora aseguran que este cumplía con los requerimientos establecidos por la Aduana cubana.
Denuncia de la Iglesia británica
El reverendo Bernard Cocker, fundador y jefe ejecutivo de International Aid Trust, envió una carta al embajador del Reino Unido en Cuba, el Sr. George Hollingberry, con fecha 4 de junio, en la cual solicita ayuda para “establecer una cooperación constructiva con funcionarios cubanos e implementar eficazmente proyectos humanitarios en beneficio del pueblo de Cuba”.
En la misiva, el reverendo Cocker describe la situación vivida en el puerto de Mariel como “lamentable” debido a la retención de este contenedor, que trae productos necesarios para la población cubana, actualmente sumida en una crisis de desabastecimiento y carencia de productos básicos.
La razón formal esgrimida por los funcionarios de Aduana es que “la carga contenía artículos prohibidos”, cuando “el cargamento humanitario contiene solo bienes esenciales para ayudar a los necesitados en Cuba, como ropa, alimentos, sillas de ruedas, colchones, calzados, comida para bebés, juguetes para niños, etc.”, expresó en su carta.
Precedentes oscuros
El Instituto Patmos denuncia en su blog que esta no es la primera vez que ocurre un hecho de este tipo con instituciones religiosas. “Ya en 2020 habíamos denunciado el robo de cuatro contenedores que habían sido enviados también a Cuba recolectados por cubanos, en lo que se denominó ‘Solidaridad entre hermanos’, a través de una iglesia en USA que realizó el envío a otra iglesia en Cuba con el objetivo de que fuera distribuida al pueblo cubano a través de una red de pastores e iglesias que la esperaban”, señalan.