Una cubana que vive en España ha desatado un acalorado debate tras cuestionarse por qué, cuando trabajaba en la hostelería en Cuba, no veía tantas intolerancias alimentarias como las que encuentra en su país de residencia actual. Esta reflexión fue compartida por Blanca de Dios en su perfil de Instagram, generando cientos de comentarios con diversas opiniones.
"Hay una cosa que me vuela la cabeza. Viví 25 años en Cuba, de los cuales 5 trabajé en la hostelería y nunca en la vida vi intolerancia a la lactosa, al gluten, alergia al tomate, a la ternera. Fue llegar a España y enterarme que existían estos tipos de intolerancias a muchos productos. Hay una lista inimaginable que aprendí trabajando en la hostelería. ¿Por qué será que allí no solemos tener esas intolerancias? Sin embargo, aquí en España, veo que hay muchas de estas intolerancias. Debe haber algún factor específico, algo genético, algún tipo de alimentación. Quisiera que alguien me explicara," expresó Blanca.
Reacciones en redes sociales
Las reacciones a estas palabras no se hicieron esperar y los comentarios no tardaron en aparecer. Entre las respuestas, encontramos mensajes como: "El cuerpo es sabio, como saquen todas esas intolerancias en Cuba, jodido es poco", "En Cuba lo que no hay es diagnóstico. Ni comida abundante como en España. Que comáis ternera es un delito perseguido por la policía. Vamos, está fuera de lugar este vídeo. Si apenas comen un pancito ácimo al día", "En Cuba hay muchas personas con úlceras en el estómago y muchos otros problemas. Y lo que no saben la causa", "Si las tenéis, pero vivís con ello", "Pues tienen las alergias igual, sólo que no lo saben", "Ni eso hay en Cuba", "Cuando hay hambre, la intolerancia al gluten te la suda, lo que quieres es llenar el estómago, las alergias ya si que no se pueden evitar, pero las intolerancias pasando hambre se pasan rápido", "Se llama mejora en el diagnóstico. Antes tampoco había cáncer y cuando se moría alguien se escuchaba mucho: se ha muerto de una cosa mala."
Este tipo de comentarios reflejan la realidad de muchos cubanos que, debido a la escasez y las limitaciones impuestas por el régimen socialista, no tienen acceso a diagnósticos médicos adecuados ni a una variedad suficiente de alimentos para poder identificar y tratar sus intolerancias o alergias alimentarias.