La académica cubana Alina Bárbara López Hernández reveló detalles sobre la violenta detención policial que sufrió el pasado martes 18 de junio en la mañana, mientras se dirigía de Matanzas a La Habana.
Detención y violencia policial
La profesora fue puesta en libertad en la tarde de ese mismo día. Su hija, quien se mantuvo activa en Facebook dando a conocer el caso, informó que su madre y Jenny Pantoja Torres tuvieron que acudir al hospital para ser examinadas por los golpes recibidos por parte de los policías cubanos.
“Hay que ser muy enfermos de mente y alma para golpear a dos mujeres mayores y desarmadas. Todo el desprecio de los honestos sobre ustedes y sus actos”, escribió Cecilia Borroto en Facebook.
Alina Bárbara recordó en una entrevista para el sitio CubaXCuba, del cual es fundadora y co-directora, que fue arrestada mucho antes del punto de control de Bacunayagua. Los policías detuvieron el auto en el que viajaba y le exigieron montarse en una patrulla sin darle explicaciones ni mostrarle una orden de detención.
“Tú sabes que tienes que montarte”, dijo la profesora que fueron las palabras, dichas de manera descompuesta, por una oficial de la Policía Nacional Revolucionaria. “Me agarró por los hombros, e hizo una técnica de barrido con sus pies de ella y los míos, que es una técnica de artes marciales y me dio un fuerte empujón, o sea, yo me quedé totalmente en el aire, desestabilizada y caí desde esa altura”, contó.
La académica recalcó que se dio un golpe muy fuerte en la cabeza y que la salvó haberse salido de la carretera y estar sobre la grava del contén; de no haber sido así, habría sufrido alguna fractura en el cráneo.
“Cuando yo caí, sentí, además del dolor, como que los sonidos se apagaban… por un momento se me nubló la vista y sentí como un gusto a sangre en la garganta, o sea no sangré, pero sentí como que algo ahí se dañó. Yo no perdí el conocimiento, pero me quedé muy desorientada, atontada, porque fue un golpe fuerte”, recalcó.
Amenazas y acusaciones infundadas
Seguidamente, la activista relató una serie de actos violentos en los que se vieron involucradas tanto ella como los oficiales. Al llegar a la estación policial, recordó que la oficial que había usado toda su fuerza en disminuirlas, le dijo: “ojalá me toques la otra vez, que te voy a romper la cara de un piñazo”.
Sin embargo, según las autoridades cubanas, Alina Bárbara agredió a la oficial en el cumplimiento de sus funciones, acusación que la académica negó rotundamente. Ella asegura que la policía cubana aprovechó muy bien dos aspectos importantes. El primero, fue haberse detenido antes del puente de Bacunayagua, debido a que en este punto de control hay cámaras y todo queda grabado. Y dos, la intención de involucrarla en un nuevo proceso común, que no tenga aparentemente atisbos políticos.
En noviembre del pasado año, Alina Bárbara fue declarada culpable del delito de desobediencia, luego de que fuera llevada a juicio por manifestarse pacíficamente con un cartel en un parque de Matanzas en abril del propio año.