Una joven española en California expresó en TikTok su desconcierto y frustración ante la aparente falta de pasos de cebra, una característica común en muchas ciudades de Estados Unidos.
En su vídeo, la chica describe su experiencia con los cruces peatonales, o más bien, la ausencia de ellos, y cómo esto impacta su vida diaria.
"Otra cosa que no entiendo de este país, que creo que nunca entenderé, es qué problema tienen aquí con los pasos de cebra", inicia su relato la joven. "No hay casi, o sea, haberlos los hay, pero es que a lo mejor tienes que caminar pues no sé, medio kilómetro para cruzar", añadió.
Una travesía diaria
Según su testimonio, a veces debe caminar largas distancias para encontrar un cruce seguro. "Imaginaos, vale, yo vivo aquí, mi amiga vive en esa casa de ahí. Yo tengo que caminar hasta tomar por saco para encontrar el paso de cebra", ejemplificó.
"Me tengo que jugar la vida casi todos los días para cruzar por la carretera normal", lamentó, algo que, según ella, podría solucionarse fácilmente pintando más pasos de cebra en el suelo.
Las reacciones a su vídeo en TikTok no se hicieron esperar, provocando un acalorado debate entre los usuarios:
"Yo también tengo que cruzar por la carretera porque los pasos de cebra están demasiado lejos"; "En Europa es tan fácil cruzar la calle, aquí parece que todo está pensado solo para los coches", opinaron algunos.
"Deberían poner más pasos de cebra en los vecindarios para que sea más seguro cruzar"; "Quizás más señales luminosas o puentes peatonales podrían ayudar sin cambiar toda la infraestructura", se lee entre algunas de las sugerencias que dejaron en comentarios.
Otros usuarios, sin embargo, defendieron la infraestructura actual y destacaron que los cruces peatonales están diseñados para mantener el flujo del tráfico. "En zonas con mucho tráfico, no se pueden poner pasos de cebra en todas partes porque se generarían embotellamientos"; "No es tan difícil acostumbrarse, solo hay que caminar un poco más", le hicieron notar.
Finalmente, algunos consideraron que la queja de la joven es exagerada. "Es cuestión de adaptarse. Aquí las ciudades están diseñadas para los coches y eso no va a cambiar de la noche a la mañana".