El presidente de Rusia Vladimir Putin ha llegado a Corea del Norte para reunirse con Kim Jong-Un, el líder supremo de esa nación asiática. Este encuentro ocurre en un contexto donde la invasión rusa a Ucrania parece prolongarse, debido a la firme negativa de Volodimir Zelensky a aceptar las condiciones impuestas por el país agresor.
Un encuentro histórico en Pyongyang
La llegada de Putin a Pyongyang marca la primera cumbre entre los líderes de ambos países en décadas y es un momento significativo para Kim, quien no ha recibido a otro mandatario desde el inicio de la pandemia de COVID-19, según destacó CNN. Aunque el Kremlin ha calificado esta visita como "amistosa", la atención mundial está puesta en este encuentro debido al apoyo norcoreano a la invasión rusa a Ucrania.
Desde Estados Unidos y sus aliados han surgido numerosas acusaciones contra Corea del Norte, acusándola de proporcionar armas a Rusia, incluidos misiles balísticos destinados a ser utilizados en Ucrania. A pesar de las negativas de Pyongyang respecto a estas acusaciones, antes de partir hacia Corea del Norte, Putin expresó su gratitud por el apoyo militar brindado por ese país. "Apreciamos mucho que la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) esté apoyando firmemente las operaciones militares especiales de Rusia en Ucrania", escribió Putin en un artículo publicado en los medios de comunicación estatales norcoreanos.
Sanciones y alianzas
Ambos países comparten una situación común: están sometidos a sanciones de la ONU. Corea del Norte ha enfrentado sanciones desde 2006 debido a sus programas nucleares y de misiles balísticos prohibidos, mientras que Rusia ha sido sancionada por su invasión de Ucrania. Esta reunión entre Putin y Kim podría fortalecer una alianza que muchos consideran peligrosa para la estabilidad mundial.
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