Un matrimonio cubano que fue deportado a la isla, luego de vivir seis años en Malasia bajo el estatus de refugiados de la ONU, llegó a Monterrey, México, tras realizar la travesía migratoria por Centroamérica.
Richard Sarduy y Yenisber Cárdenas se encuentran desde el jueves pasado en la capital del estado de Nuevo León, después de iniciar su travesía en Nicaragua, cruzar Honduras y Guatemala, llegar a Tapachula, en Chiapas, y continuar por territorio mexicano hasta el norte, según un reporte de Martí Noticias.
Los cubanos residieron durante seis años en Malasia, con la condición de refugiados que otorga la Organización de Naciones Unidas, lapso en el que trabajaron como maestros voluntarios en un campamento de niños refugiados. Sin embargo, el pasado 29 de enero, el gobierno del país asiático ordenó su deportación a Cuba, luego de mantenerlos recluidos durante dos meses.
“El gobierno malayo tomó la decisión de deportarnos. Los funcionarios de la Oficina del Alto Comisionado para Refugiados (ACNUR) quedaron sorprendidos, pero no pudieron hacer nada”, declaró Sarduy a Martí Noticias.
Regreso forzado a Cuba y vigilancia constante
La pareja contó que, al llegar al Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, las autoridades de Inmigración les permitieron ingresar al país, pero les dieron un plazo de quince días para abandonarlo, sin derecho a repatriarse. El régimen los obligó a permanecer en casa de familiares, sin salir a la calle, y los mantuvo bajo vigilancia. Así estuvieron por casi dos meses, debido a la dificultad para adquirir los boletos aéreos con destino a Nicaragua, adonde decidieron viajar con el fin de iniciar la travesía que los llevaría a la frontera de México con Estados Unidos, e ingresar a este país.
“Una oficial de inmigración, una señora mayor, nos dijo que no era conveniente salir de la casa de nuestros familiares, ni reunirnos con amigos. Nos aconsejó además que diéramos parte a la oficina de ACNUR en La Habana y así lo hicimos”, relató Sarduy.
“Nos quedamos en casa de mi papá, la familia se impactó”, señaló Cárdenas. Casi dos meses después pudieron comprar los boletos para Nicaragua. “Fue la única opción que tuvimos”, aseguró.
Una travesía llena de desafíos
Durante el trayecto hasta México, la pareja pudo eludir los contratiempos y dificultades que se les presentan comúnmente a los migrantes, gracias a la documentación de refugiados de la ACNUR. A su llegada a Tapachula, tuvieron que hacer una parada obligatoria de varios días, para que Cárdenas se recuperara de las lesiones que sufrió en los pies por las largas caminatas. También enfrentaron varios retenes en el viaje hasta Ciudad de México, pero finalmente lograron llegar sin problemas a Monterrey.
La meta final del matrimonio es Matamoros, en el estado mexicano de Tamaulipas, que colinda con Brownsville, en Texas, según dijo Sarduy al medio de prensa.
Ambos llegaron a México en un contexto de endurecimiento de las políticas migratorias, luego de que la administración de Joe Biden dispusiera tolerancia cero con los extranjeros que crucen la frontera de manera ilegal, lo cual les impediría obtener asilo político en EE.UU.
“Si las personas cruzan la frontera de manera ilegal pueden ser enviadas de inmediato de vuelta a México porque el número que está llegando es mayor que lo establecido en la proclama presidencial emitida en días recientes”, dijo el abogado especialista en temas migratorios y radicado en Miami, Alejandro Sánchez, entrevistado por Martí Noticias.
En el caso de Sarduy y Cárdenas, precisó el jurista, “podrían calificar como causal de excepción, pero también les podrían preguntar si en el trayecto hacia México solicitaron protección adicional en algunos de los países por los que transitaron y los agentes estadounidenses podrían entonces activar la prohibición de tener derecho al asilo”.