La llegada a La Habana de una flota de guerra rusa ha suscitado gran interés en los cubanos, que están haciendo largas colas para visitar la moderna fragata Almirante Gorshkov. Residentes y turistas extranjeros esperan desde temprano para poder subir al buque, una opción que ofrece la embajada de Moscú en la Isla y que termina este sábado a las 4:00 pm.
El diario español El País conversó con varias personas que aguardaban emocionadas su turno para subir al imponente barco. "Esto es una cosa muy hermosa, casi nunca uno tiene la oportunidad de verlo así", afirmó Josefina Álvarez. "La expectativa es poder conocerlos de cerca, tanto a los tripulantes como a los navíos en los cuales ellos vienen", dijo Ariel Vera.
Expectación en La Habana
Decenas de cubanos hacen fila para ingresar al buque, que llegó al puerto de La Habana el 12 de junio junto al submarino de propulsión nuclear Kazan, el remolcador de salvamento Nikolai Chiker (SB-131) y el buque petrolero de la flota Pashin. La visita, que se extenderá hasta el 17 de junio, ha generado gran expectación en la Isla. Para los cubanos, sumidos en la peor crisis económica de las últimas décadas, se trata de una experiencia única y acuden curiosos a admirar los barcos y a hacerse fotos y videos con los marinos rusos que bajan a tierra.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos aseguró que la presencia de destacamento naval ruso en aguas cubanas no representa una amenaza directa para Estados Unidos. El teniente coronel Devin Robinson explicó que estas visitas forman parte de los ejercicios militares rusos rutinarios -intensificados tras la guerra de Ucrania- y que se prevé un aumento de la actividad naval y aérea rusa cerca de Estados Unidos este verano, que culminaría en un ejercicio naval global en otoño.
No obstante, horas antes de la llegada, el gobierno de Estados Unidos desplegó varios buques de guerra (dos destructores y un Guardacostas) y un avión de reconocimiento submarino para rastrear el curso de la flotilla rusa. Jesús Daniel Romero, capitán de corbeta retirado de la Inteligencia de la Marina de Estados Unidos, calificó de "preocupante" el despliegue naval de guerra de Rusia a solo 90 millas de las costas norteamericanas.
En igual sentido, el senador cubanoamericano Marco Rubio pidió al presidente Joe Biden que no se quedara cruzado de brazos, y recordó que no ha habido un submarino ruso con misiles con capacidad nuclear operando en el Caribe desde hace más de 30 años.