El senador español del PP, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, general retirado y presidente del Grupo Especial para el Mediterráneo y Oriente Medio de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, sostiene que no hay razones para preocuparse por la llegada de una flota rusa a La Habana. "Se trata de una visita amistosa, en el marco de unos ejercicios que han estado realizando con anterioridad en el Atlántico", afirmó, restando importancia al evento, a pesar de que la Armada estadounidense está monitoreando el movimiento, dada la situación geoestratégica de la Isla.
Una visita sin intenciones bélicas
Díaz de Otazu destacó que "no es inusual que buques rusos naveguen en aguas internacionales y se acerquen a puertos amigos", comentó en una entrevista concedida a CiberCuba. El senador popular descarta cualquier relación directa entre la utilización de armas rusas por Ucrania y la llegada de la flota rusa a La Habana, ya que los ejercicios de esta flotilla de cuatro buques en el Atlántico debieron programarse con anterioridad.
"Esta es una acción no bélica, sino amigable por parte de la Federación Rusa con Cuba", añadió el ex comandante general de la plaza de Melilla, una ciudad española ubicada en el norte de África, en la frontera con Marruecos.
Al ser consultado sobre si la llegada de la flotilla a La Habana es un mensaje de Rusia a la OTAN, Díaz de Otazu considera que efectivamente, "Rusia trata de enviar mensajes de que su presencia y su nivel de apoyo y amistad con diferentes países del mundo se mantienen vivos y operativos".
Sin embargo, comentó que la OTAN está más preocupada actualmente por otros movimientos rusos que afectan a países del flanco sur, como la presencia de militares rusos en el norte de África y en el Sahel. De hecho, el secretario general de la OTAN ha solicitado y recibido un informe de un grupo de expertos que evalúa esta presencia rusa.
"Rusia trata de mantener presencia en todos los entornos internacionales para seguir manteniendo apoyos en la Asamblea General de Naciones Unidas o en diferentes ámbitos. Para la OTAN no es un motivo de preocupación, aunque sí de vigilancia", añadió.
Imposible uso represivo
Respecto a si la flota rusa en La Habana, que incluye un submarino, un petrolero, un remolcador y una fragata, podría ser utilizada en tareas represivas, Díaz de Otazu considera que desde el punto de vista logístico "es difícil que las autoridades cubanas puedan utilizar un submarino nuclear y una fragata para acciones represivas en la Isla".
El senador también mencionó que, aunque la llegada del petrolero ruso podría aliviar la situación energética en Cuba, "es improbable que estos buques sean utilizados en acciones militares represivas contra la ciudadanía".
Consultado sobre el riesgo de una tercera Guerra Mundial, Díaz de Otazu respondió que "ese peligro siempre existe, por eso existen los Ejércitos". Además, añadió que "si Rusia ganase el conflicto con Ucrania, las consecuencias para los países bálticos y vecinos como Polonia serían preocupantes. Todos los aliados debemos prepararnos para esa eventualidad", concluyó.