La youtuber cubana Camila Carballo ha sacudido las redes sociales al denunciar en uno de sus videos el alarmante estado de deterioro del Círculo Social Obrero (CSO) Gerardo Abreu Fontán y el Coney Island.
“Esto está lleno de basura. Es una pena, no queda ni arena. Hay mucho abandono, es la verdad. No tengo palabras para describir la tristeza que me provoca visitar lugares así. Esto es un basurero”, declaró la joven entre lágrimas.
Desidia gubernamental
Ambas instituciones, construidas originalmente con fondos privados en Cuba, están ubicadas en el hermoso barrio de Miramar, en el municipio Playa de La Habana. Fueron expropiadas por el régimen y, 60 años más tarde, solo son una muestra más de la desidia del gobierno.
El CSO Gerardo Abreu Fontán fue originalmente el Círculo Militar y Naval, creado para oficiales de las Fuerzas Armadas, disueltas en 1959. El régimen lo incautó y lo convirtió en la Casa Central de las FAR, pero más tarde lo entregó a los sindicatos para el "disfrute del pueblo", hasta que lo dejaron en el estado actual, totalmente destruido.
“Estos locales podrían generar mucho dinero y ser de disfrute de la población. La gente vendría, porque estas playas de Miramar tienen una ventaja tremenda al estar dentro de la misma Habana”, comentó Camila.
Críticas de la población
En 2022, el CSO Abreu Fontán recibió duras críticas de la población por los altos precios de sus ofertas gastronómicas. Las personas consideraban que los precios debían estar acordes con los salarios, pero la situación lejos de mejorar ha empeorado. Ya casi no hay ofertas de ocio en el lugar. Está vacío.
Las razones del deterioro de estas instituciones de divertimento no son necesariamente de tipo económico sino estratégicas del gobierno. Al dejar de usar estos espacios públicos, se crea un vacío en el imaginario popular y, dentro de unos años, el régimen podrá usar estos terrenos para impulsar iniciativas acordes a sus intereses, como ya ha ocurrido en numerosas ocasiones, especialmente en una zona tan valiosa como Miramar.
Historia de esplendor
El Coney Island se inauguró en La Habana en 1918. Inspirado en un gran parque de atracciones de Brooklyn, de inmediato ganó fama y notoriedad, llegando a ser considerado uno de los parques de diversiones más famosos de América Latina. Cuatro años más tarde se abrió el elegante Balneario de la Concha, que junto al Coney Island Park y el Habana Yacht Club, fueron en su momento los locales de mayor esplendor y diversión de Marianao.
El gobierno cubano mantiene todas estas instalaciones de divertimento, y otras en la misma zona, en estado ruinoso. Los funcionarios del régimen aseguran que el abandono se debe a la falta de recursos para dar mantenimiento a los edificios ni mantener el equipamiento. Sin embargo, el Estado sí ha impulsado inversiones millonarias en áreas cercanas, destinadas al turismo.