Un cubano se encuentra entre los vecinos de un campo de casas móviles en Miami-Dade que podría ser desalojado muy pronto. Este miércoles, un grupo de vecinos se manifestó en el espacio público, para evitar el desalojo y llegar a acuerdos con los propietarios del terreno.
Se trata de la comunidad de Palm Lakes Mobiles Home Park. A principios de este año, los pobladores recibieron una notificación donde se les avisaba que deben abandonar sus viviendas, pero algunos de ellos llevan más de 30 años establecidos en esta zona.
El campo acoge más de 120 casas móviles, en un área de 9 acres. El terreno fue puesto a la venta para impulsar un desarrollo urbano de viviendas asequibles.
Voces de la comunidad
El cubano Eduardo Piñeiro fue entrevistado por América Noticias. Señaló que los propietarios del terreno tienen derechos, pero ellos como inquilinos también tienen respaldo de la ley. "Los dueños quieren sacarnos, pero esto no viene de ahora, llevo aquí 35 años. En esta comunidad hay quien paga hasta 2,000 dólares mensuales de renta. Son unos sinvergüenzas, claro, sinvergüenzas con título, porque son los dueños", señaló el cubano.
"Pido al gobierno de EE.UU. que haga justicia, que les haga saber a los propietarios que nosotros, como pobres, ciudadanos y seres humanos, también tenemos derechos. Esto es un país en democracia, no pueden violar los derechos de nadie. No estamos en Cuba ni en un país suramericano. Hay que llegar a un acuerdo", insistió Piñeiro.
El desarrollo urbano que está impulsando Miami-Dade hace que se revaloricen los terrenos y propiedades. Miles de personas están poco a poco abandonando la ciudad porque no pueden mantener los altos precios de la renta.
Estos vecinos aseguran que lucharán por llegar a un pacto, para no abandonar sus casas con las manos vacías después de 30 años.